Este domingo en la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular logró 182 escaños en la Asamblea Nacional, transformándose en el partido más votado y derribando todo pronostico favorable a la Agrupación Nacional que el domingo 30 de junio obtuvo la mayoría de los votos.
En entrevista con la primera edición de Radioanálisis, el ex ministro de Relaciones Exteriores, Mariano Fernández, afirmó al respecto que “han sido dos jornadas bastante épicas para la democracia, sobre todo, para la francesa”.
“La democracia es siempre débil, siempre, porque en ella se garantizan las libertades, el proceso justo, fomenta la transparencia. Entonces, estos factores, además de la libertad de expresión, publicación, movimientos, asociación, son asuntos que pueden producir o tienen tendencia a generar dificultades en el manejo gubernativo o en la gestión de un país. ¿Qué es lo que sucede? Que cuando hay errores en la gestión económica, sociales o culturales que no está funcionando la gente empieza a vivir, no solamente una opinión distinta en política, sino que una especie de resentimiento fuerte y en la globalización esto se ha hecho notar (…) Lo que produce reacciones extremistas como las que se produjeron en Francia con Le Pen o las que se producen en Inglaterra con Farage”, agregó.
En ese sentido, el también ex embajador de Reino Unido explicó que: “Diría que la característica de hoy, que tiene algunas diferencias con los años 30, es que también tenemos un ‘ultrismo’ supuestamente de izquierda, pero que deja mucho que desear como, por ejemplo en América Latina tenemos el caso de Venezuela y de Nicaragua. ¿Qué está sucediendo? Se instala el populismo venezolano con Chávez a la cabeza, que es inteligente y tiene capacidad para seducir, para avanzar y terminamos en manos del gobierno de Maduro y de Diosdado Cabello, que están llevando a Venezuela a un desastre que la opinión pública internacional duda de que la elección del 28 de julio vaya a ser una elección limpia“.
“El problema principal, es que el pensamiento ultra, sobre todo en la derecha, es que no es capaz de aceptar que hay una manera distinta de pensar o de tener opiniones, entonces, el debate que se ve acá en Chile sobre distintos temas. Si esa gente toma ese poder, tiene no solamente el argumento, sino que tienen los instrumentos para silenciar al resto”, añadió.
Así, el excanciller sostuvo sobre el avance de la ultraderecha en el mundo que: “La intolerancia es un fenómeno extremadamente complejo, sobre todo, porque hay mucha, que tiene que ver con un resentimiento, algo irracional, de aquellas personas que ha visto en la globalización el éxito de algunos y la falta de oportunidades para si mismo o para otros. Es una cuestión que tiene una cierta irracionalidad compleja y que va generando un aumento de intolerancia y eso esta a la vista”.
“A mi me sorprende un poco, que incluso analistas importantes no vislumbren de manera más nítida que el futuro que tenemos ahora delo que llamamos la consolidación democrática o lo que son los avances democráticos, van a tener siempre como espada de Damocles, tendencias autoritarias porque la democracia con la libertad que significa tiende a debilitarse”, recalcó.
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