Cristina Fernández de Kirchner, quien además de ser presidenta de Argentina fue vicepresidenta durante el periodo de Alberto Fernández, repudió los hechos por los que ha sido denunciado el exmandatario, en especial las violentas agresiones físicas contra su esposa, Fabiola Yáñez.
A través de sus redes sociales, la expresidenta publicó una carta donde señala que “Alberto Fernández no fue un buen presidente. Tampoco lo fueron Mauricio Macri o Fernando De La Rúa, sólo por mencionar a los que desempeñaron su mandato en lo que va del siglo XXI. Seguramente la lista sería más larga si extendiéramos la cronología. Pero las imágenes que vimos ayer por la noche transmitidas por los medios de comunicación en virtual cadena nacional, en lo que constituye una verdadera revictimización de la denunciante, son otra cosa”.
Alberto Fernández no fue un buen presidente. Tampoco lo fueron Mauricio Macri o Fernando De La Rúa, sólo por mencionar a los que desempeñaron su mandato en lo que va del siglo XXI. Seguramente la lista sería más larga si extendiéramos la cronología.
Pero las imágenes que vimos…
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) August 9, 2024
Agregó que “las fotos de la Sra. Fabiola Yañez con hematomas en su cuerpo y rostro junto a los chats publicados que revelan el diálogo entre ella y el ex Presidente, no sólo muestran la golpiza recibida, sino que delatan los aspectos más sórdidos y oscuros de la condición humana. Permiten comprobar, una vez más y dramáticamente, la situación de la mujer en cualquier relación, se desarrolle ésta en un palacio o en una choza”.
Cristina agregó que “la misoginia, el machismo y la hipocresía, pilares en los que se asienta la violencia verbal o física contra la mujer, no tienen bandera partidaria y atraviesan a la sociedad en todos sus estamentos”.
Por último, señaló que “en lo personal y como mujer que ha sido objeto (y lo sigue siendo) de las peores violencias verbales y políticas, hasta la máxima experiencia de violencia física, como fue el intento de asesinato del 1 de septiembre del 2022, expreso mi solidaridad con todas las mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia, sin olvidar las palabras que Francisco me dijo al día siguiente de aquel hecho: “toda violencia física siempre es precedida de violencia verbal””.
El pronunciamiento de la expresidenta era altamente esperado, no solo por haber compartido camino político y dupla presidencial, sino porque era de público conocimiento la distancia creciente entre ambos durante el último gobierno, en el contexto del deterioro de la popularidad del Presidente debido a una serie de hechos, entre ellos del declive macroeconómico del país.