¿Qué hacer con la UDI? Es la pregunta que el Presidente Gabriel Boric hizo hace unos días a ChatGPT. Una anécdota que provocó risas en medio del Congreso Jóvenes Futuro 2024, pero que develó un punto álgido en las relaciones del Mandatario con el gremialismo.

Al inicio de la actual administración se esperaba una relación mas fluida entre las partes, considerando que el entonces presidente de la UDI, Javier Macaya y el Jefe de Estado, compartieron labores en el Congreso Nacional y formaban parte de la generación de recambio en la política chilena. Sin embargo, esa tesis fue prontamente desechada.

La negativa a la reforma de pensiones, las presiones ante la crisis de seguridad, el episodio de los indultos presidenciales y el Caso Convenios, que provocó la salida del exministro Giorgio Jackson del Gobierno, son solo parte de un largo historial de desencuentros que erosionaron las relaciones. Recientemente desde la UDI acusaron a Boric de aislarlos del debate, elevando el tono contra la administración.

A juicio del diputado Henry Leal (UDI) la narrativa del Ejecutivo va por un mal camino. El parlamentario explicó a Radio y Diario Universidad de Chile que “el Gobierno tiene un problema porque necesita construir acuerdos, necesita los votos de la oposición y cuando a un partido como nosotros nos pretenden afectar moralmente, invalidarnos, y después vienen a pedir acuerdos, votos, por supuesto que es complejo. Eso no lo hace un gobierno serio, pero no nos vamos a perder, el bienestar de los chilenos es la prioridad y nosotros vamos a seguir respaldando los buenos proyectos”.

Mientras, su par, Gustavo Benavente, señaló que “hoy está claro que el principal partido de oposición al gobierno de Boric es la UDI”, y, en esa línea, considerando la nueva presidencia del gremialismo, ahora en manos de Guillermo Ramírez, afirmó que “no debiera cambiar nuestra forma de hacer oposición, una forma de oposición con convicciones, con claridad y también de manera directa y sin actitudes dobles”.

Ante esto, el académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, señaló que la relación no pasa por buena salud y que, una muestra de ello, es que el Presidente Boric ha apuntado a que la obstrucción desde la oposición nace en la UDI, lo que ha generado dificultad en las comunicaciones.

Pero, además, el académico declaró que la estrategia del gremialismo es acaparar el voto rechazo contra el Gobierno. “Lo que buscan es identificar a un contendor, a quien de alguna manera aparecer desafiando desde el punto de vista electoral, dado que las elecciones de octubre son un test para el Gobierno, particularmente a tres años ya del mandato del Presidente Gabriel Boric. Son una oportunidad de la UDI para intentar quedarse con el voto de rechazo a la gestión del gobierno“, dijo.

“Está por verse si el nuevo presidente de la UDI, el diputado Ramírez, pueda ser facilitador nuevamente para recomponer esas relaciones. Por ahora, el presidente de la UDI está muy presionado internamente para que los resultados de octubre de alguna manera puedan mejorar la posición en que hoy día se encuentra el partido, debilitada por una negociación compleja con el Partido Republicano”, explicó.

En ese sentido, el cientista político e investigador del Instituto Libertad, Pablo Rodríguez, sostuvo que el gremialismo intenta “recuperar una posición que ha ido perdiendo en la derecha. Se ve también en los principales actores que están involucrados en las discusiones políticas y, por lo tanto, creo que a partir de eso la UDI intenta retomar una posición que alguna vez tuvo y que hoy día está amenazada por el Partido Republicano”.

En relación al cambio en la presidencia: “Hay una continuidad y más bien este tono más duro se puede explicar justamente porque primero hay un escenario electoral y nacional, pues también hay un escenario electoral de la UDI que influye justamente en ese tono, porque muchos de sus dirigentes le están pidiendo cosas distintas”.