Aún cuando el Ministerio del Trabajo dio inicio a la mesa tripartita, que derivará en el futuro proyecto de ley de negociación colectiva ramal que se enviará al Congreso Nacional, ésta rápidamente tuvo su primer traspié: el gran empresariado decidió restarse de esta discusión.

El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Mewes, señaló a Pulso (La Tercera) que consideran que esta iniciativa “no es una buena política pública”, por lo que van a esperar la discusión en el Congreso Nacional para presentar sus objeciones, pues la mesa propuesta por el Ejecutivo es “un acuerdo entre el Gobierno y la CUT”.

Cómo respuesta a lo señalado desde el gran empresariado, desde la Central Unitaria de Trabajadores, lamentaron dicha postura. “La negociación ramal es un modelo de negociación colectiva que ha demostrado, en diferentes contextos y estudios, como el realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tener efectos positivos en la economía, la sociedad y relaciones laborales”, expusieron en un comunicado de prensa.

“Llamamos al empresariado, a dejar las trincheras ideológicas y las descalificaciones de su contraparte que es la Central más representativa del país”, lanzaron desde el sindicato de trabajadores.

En ese contexto, en diálogo con Radio y Diario Universidad de Chile, el doctor en Derecho del Trabajo y académico de la Universidad Diego Portales, José Luis Ugarte, aseguró que era “predecible” la postura de la CPC y hasta culpó al Ejecutivo por demorar la discusión sobre el proyecto de negociación ramal.

“No hay ninguna posibilidad de que el empresariado acepte una transformación tan relevante para el mundo del trabajo de buenas a primeras. No causa ninguna sorpresa. Pero también expresa una debilidad del Gobierno. El empresariado sabe que el Gobierno no tiene la fuerza, ni la voluntad en este punto, para llevar adelante un proyecto de este calado. Y expresa también una tardanza inexcusable”, criticó el experto.

Incluso, Ugarte aseguró que el proyecto pasó a tener un “carácter simbólico”. “El Gobierno quiere cumplir con presentar un proyecto. No tienen ninguna voluntad seria de que esto se apruebe, por eso lo presentan al final de la administración. Era el proyecto estrella de los prometidos por el Presidente Gabriel Boric en materia laboral”, cuestionó el académico.

Asimismo, el especialista en materia laboral indicó que este atraso en el inicio de la mesa de diálogo es la causa de la “disidencia y ausencia empresarial”, y comparó la situación con lo que ocurrió con la Ley 40 Horas.

“Si el mundo empresarial supiera que esto va a ser una ley, como fue 40 Horas, que había potencia, voluntad, el empresariado no se restaría. Si se resta ahora es porque siente, como todos los actores del sistema, que esto es para cumplir nada más”, lamentó Ugarte, quien remarcó la necesidad de legislar la negociación colectiva ramal, pues Chile “tiene una de las tasas más bajas de cobertura de negociación colectiva de la OCDE”.

En tanto, el doctor en Derecho del Trabajo sostuvo que el proyecto de ley debe, como mínimo, contemplar regulaciones en materia salarial sin restricciones: “Segundo, para que sea ramal genuina, lo acordado tiene que extenderse legalmente a todos los trabajadores, esté o no afiliado a un sindicato. Y tercero, que sea compatible con los demás sistemas de negociación, lo que significaría que los trabajadores chilenos, como ocurre en varias partes del mundo, podrían tener varios convenios simultáneamente”.