El fundador y director general de la plataforma de mensajería rusa Telegram, Pavel Durov, fue detenido este sábado por la noche en Francia cuando bajaba de su jet privado en compañía de su esposa y su guardaespaldas y ha sido puesto bajo custodia policial.
Durov, que había aterrizado en el aeropuerto de Le Bourget –cerca de París– procedente de Azerbaiyán, ha sido detenido por la Gendarmería de Transporte Aéreo (GTA) de acuerdo con una orden de detención emitida previamente por delitos relacionados con la aplicación de mensajería.
En concreto, la justicia gala entiende que Telegram es un aliado potencial para la comisión de delitos de fraude, contra menores o tráfico de drogas entre otros, dadas las herramientas que ofrece, así como la falta de moderación en su uso y la escasa colaboración con las autoridades.
“Terminará en prisión preventiva, eso es seguro”, han declarado investigadores próximos al caso, que han juzgado que, “en su plataforma, (Durov) permitió que se cometieran innumerables delitos y delitos por los que no hizo nada para moderar o cooperar”.
Tras pasar a disposición policial este mismo sábado por la noche, es posible que este domingo se inicie ya una investigación preliminar contra el empresario, también fundador de la plataforma rusa de medios sociales VKontakte, y poseedor de la ciudadanía francesa desde 2021, aunque también tiene pasaporte emiratí.
Rusia y la protección de sus derechos
Aunque ni el Gobierno ni la fiscalía franceses se han pronunciado sobre la detención, Rusia ha comenzado ya una ofensiva diplomática desde su embajada en París, que ha exigido a las autoridades francesas que respeten en su integridad los derechos de Durov antes de lamentar que, horas después de la detención, nadie se ha puesto todavía en contacto con la misión diplomática.
“A raíz de la aparición en los medios de la noticia de la detención de Pavel Durov, pedimos a las autoridades francesas que aclaren inmediatamente los motivos y exigimos garantizar la protección de sus derechos y que le garanticen su acceso consular”, ha hecho saber la Embajada en un comunicado antes de denunciar que “a estas horas, la parte francesa continúa evitando cualquier tipo de interacción con nosotros sobre este tema”.
El vicepresidente de la Duma Estatal, Vladislav Davankov, ha enviado por su parte una carta al ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, para que facilite la liberación de Durov, cuyo arresto “esconde motivos políticos y puede ser utilizado para acceder a información personal de los usuarios de Telegram”.
También se ha pronunciado al respecto el ex primer ministro ruso y ahora vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dimitri Medvedev, aunque en términos un poco más distantes sobre Durov, quien durante los últimos años insistía en entrevistas que ya no guardaba relación alguna con su país natal.
“Érase una vez, hace bastante tiempo, le pregunté a Durov por qué no quería cooperar con las fuerzas del orden, a lo que me respondía que se trataba de una cuestión de principios”, relató Medvedev en su canal de Telegram. “Le contesté que se encontraría con graves problemas en cualquier país”, añadió.
En este sentido, la portavoz de Exteriores, Maria Zajarova, ha constatado que los representantes legales de Durov no han realizado petición alguna a la misión diplomática rusa hasta ahora.
Durov fue despedido de su puesto de director general de la red social VKontakte, después de negarse a colaborar con la principal agencia de seguridad rusa, el FSB, cuando le solicitó información sobre grupos de oposición al Kremlin.