El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, destacó la “justicia” que supone la muerte del secretario general del partido-milicia chií Hezbolá, Hasán Nasralá, fallecido el viernes en un bombardeo israelí en Beirut, Líbano.

“Hasán Nasralá y el grupo terrorista que lideraba, Hezbolá, son responsables de la muerte de cientos de estadounidenses en cuatro años de reinado de terror”, publicó Biden en un comunicado oficial de la Casa Blanca.

La muerte de Nasralá en un bombardeo israelí “es una medida de justicia para sus víctimas, incluidos miles de civiles estadounidenses, israelíes y libaneses”.

Biden buscó “contextualizar” la muerte de Nasralá en el conflicto abierto tras el ataque de Hamás  a Israel el 7 de octubre de 2023. “Nasralá tomó al día siguiente la decisión fatal de unir sus manos con Hamás y abrir el denominado ‘frente norte’ contra Israel”, argumentó

“Estados Unidos apoya totalmente el derecho de Israel a defenderse contra Hezbolá, Hamás, los hutíes y cualquier otro grupo terrorista apoyado por Irán”, dijo Biden.

El mandatario estadounidense mencionó que el viernes ordenó al secretario de Defensa, Lloyd Austin, “reforzar la posición defensiva de las fuerzas militares estadounidenses en Oriente Próximo como disuasión ante cualquier agresión y para reducir el riesgo de una guerra regional más amplia”.

Biden subrayó que “nuestro objetivo final es desescalar los conflictos abiertos en Gaza y Líbano por vías diplomáticas”. “En Gaza intentamos conseguir un acuerdo apoyado por el Consejo de Seguridad de la ONU para un alto el fuego y la liberación de los rehenes”, explicó.

En Líbano, en tanto, Estados Unidos estaría negociando para lograr un acuerdo que permita a la gente regresar con seguridad a sus casas en Israel y en el sur de Líbano”. “Es el momento de cerrar estos acuerdos, de que las amenazas a Israel sean retiradas y que la región de Oriente Próximo en general gane una mayor estabilidad”, concluyó.