Sin embargo, la vicepresidenta de Estados Unidos sigue siendo incapaz de remontar la diferencia que le saca el magnate en cinco de los siete grandes estados en disputa, de enorme importancia para el triunfo final.

De acuerdo con las medias de los sondeos efectuados por la página web RealClearPolitics, Trump sigue siendo la primera opción para los votantes de Georgia, Carolina del Norte, Arizona, Pensilvania y Michigan. Harris solo le aventaja en Nevada y Wisconsin.

Con estos resultados provisionales (e incluso dando por hecho que los demócratas ganarían Minnesota, otro estado en juego pero más favorable a Harris) Trump y su candidato a la Vicepresidencia, J.D. Vance, ganarían las elecciones del 5 de noviembre con 296 delegados electorales por los 242 que conseguirían la vicepresidenta de EEUU y su compañero, Tim Walz.

Para ganar las elecciones presidenciales en EEUU un candidato debe recabar un mínimo de 270 delegados electorales repartidos irregularmente por peso censitario entre todos los estados del país.

Lo que ha aumentado es la diferencia de Harris respecto a su oponente en los estados donde prácticamente tiene garantizada la victoria. La candidata demócrata, en este sentido saca aproximadamente 1,8 puntos porcentuales a Trump, de acuerdo con una media sobre más de una decena de sondeos a nivel nacional.

Sin embargo, a estas alturas hace cuatro años el entonces candidato demócrata y ahora presidente del país, Joe Biden, sacaba 10,3 puntos porcentuales de ventaja a Trump mientras que, en 2016, la candidata demócrata Hillary Clinton mantenía seis puntos de ventaja respecto al magnate, un margen insuficiente para la victoria, como ocurrió en noviembre de ese año.