Al mediodía de este viernes el Ministerio de Salud informó que de los 35 estudiantes inicialmente afectados por la explosión en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), 23 aún se encuentran hospitalizados, dos de ellos en estado de extrema gravedad y ocho en estado crítico.
El incidente al interior del INBA ha reabierto el debate público sobre hechos de violencia al interior de colegios emblemáticos. En ese contexto, nuestro medio conversó con el integrante del centro de Saberes Docentes de la Universidad de Chile, Mario Bugueño, quien afirmó que uno de los principales factores que explican este tipo de incidentes “es que no existe un diálogo entre los estudiantes y el mundo adulto”.
“Se genera una distancia entre el mundo adulto y los jóvenes que hace imposible un diálogo, un acuerdo o una conversación. Y no se ha logrado establecer, de forma de resolver este impasse, básicamente porque existe una percepción del mundo joven que está estereotipada. Yo diría que eso, de alguna manera, ha terminado por comprometer el respeto y la confianza que los estudiantes tienen del mundo adulto”, estimó.
De acuerdo a Bugueño, este es un problema “que se viene arrastrando y que ha terminado por explotar estos dos últimos años donde los estudiantes simplemente se manifiestan y no escuchan”.
En un punto de prensa posterior a la explosión en el INBA, tanto el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, como la rectora del establecimiento, María Alejandra Benavides, recalcaron que previo a este incidente habían bajado los hechos de violencia en el INBA.
Consultado sobre aquello, el integrante de Saberes Docentes aseguró que efectivamente se ha registrado una disminución en los últimos años, pero recalcó que los esfuerzos que se han hecho en ese sentido son parte de un proceso largo.
“Se han hecho progresos importantes, fundamentalmente todas las iniciativas asociadas a convivencia escolar. Son iniciativas ejemplares, diría yo. En ese sentido, las autoridades tienen razón, pero lo que ocurre es que estos son procesos que son lentos, no son procesos de un día para otro”, advirtió.
A juicio de Bugueño, lo que hay que hacer ahora es enfocar las acciones en el ámbito docente y en la gestión directiva. “Es ahí en donde hay que poner más energía para incorporar metodologías, modalidades y procedimientos que permitan que sea más fluido el vínculo y el acercamiento entre estudiantes y el mundo adulto”, sugirió.
Asimismo, planteó que “la solución a esto no va por el lado de implementar medidas coercitivas y de vigilancia”: “Tenemos que ir al problema de fondo y el problema de fondo es que los muchachos no tengan que sentir la necesidad de que tienen que usar fórmulas disruptivas para expresarse y para que sean escuchados”.
De esa manera, el especialista llamó a crear “espacios de diálogo y de conversación” para evitar este tipo de situaciones.