Un regreso en grande a París. Eso fue lo que vivió este domingo el tenista español Rafael Nadal (4°), al aplastar a su compatriota David Ferrer (5°) en la final de Roland Garros y obtener su octavo título en el torneo.

El ex número uno del mundo, que en febrero había retornado al circuito en el ATP de Viña del Mar, se impuso por un cómodo 6-3, 6-2 y 6-3.

A pesar del triunfo, Nadal descenderá un puesto en el ranking ATP, debido a que defendía puntos de la temporada anterior, mientras que Ferrer ascenderá una ubicación al haber conseguido la primera final de Gran Slam de su carrera.

Sin embargo, el manacorí obtuvo números más trascendentales: ya suma doce títulos de Grand Slam y 59 partidos ganados en Roland Garros, sobrepasando de esta manera las marcas que registraban el suizo Roger Federer y el argentino Guillermo Vilas.

La final se vio empañada por el ingreso de un aficionado a la cancha, portando una bengala y con el rostro enmascarado, para protestar contra el matrimonio homosexual recién aprobado en Francia. “Ayuda, Francia pisotea los derechos de los niños”, decía un mensaje que portaba el sujeto, quien fue reducido de inmediato por personal de seguridad.