Inscripciones involuntarias y atraso en instalación de mesas marcan las primarias

Las situaciones generaron molestias entre los electores, como la registrada en la escuela D-14 Regimiento Rancagua, en Arica, o lo sucedido en la Escuela República de Alemania, en Santiago, según lo manifestado por Cristián Araneda, quien figura como militante de un partido de la Concertación, y Fernando Castro, quien dijo que lo inscribieron como integrante de un partido de la Alianza.

Las situaciones generaron molestias entre los electores, como la registrada en la escuela D-14 Regimiento Rancagua, en Arica, o lo sucedido en la Escuela República de Alemania, en Santiago, según lo manifestado por Cristián Araneda, quien figura como militante de un partido de la Concertación, y Fernando Castro, quien dijo que lo inscribieron como integrante de un partido de la Alianza.

Dos fueron los principales problemas que debió enfrentar el Servicio Electoral, en su estreno como único ente rector de los procesos eleccionarios. El primero de ellos fue que al ir a votar, más de 3 mil personas en todo el país se encontraron con la sorpresa de que aparecen como militantes de partidos políticos en el Padrón Electoral, sin que hayan acudido a inscribirse de manera deliberada. Algunos reconocían haber firmado para distintas causas sociales, como campañas de recolección de firmas para oponerse al derecho de aborto o campañas por la tolerancia sexual, entre otras. Estas denuncias se registran en general respecto de todos los partidos políticos, sean o no de los dos pactos que participaron de las primarias.

La situación generó molestia entre los electores, como la registrada en la escuela D-14 Regimiento Rancagua, en Arica, o lo sucedido en la Escuela República de Alemania, en Santiago, según lo expresado por Cristian Araneda, quien figura como militante de un partido de la Concertación, y también el caso de Fernando Castro, quien dijo que lo inscribieron como integrante de un partido de la Alianza.

Tanto Cristián Araneda como Fernando Castro relataron su experiencia en particular al momento de votar, respectivamente: “Hay un problema, al parecer algún partido de izquierda utilizó mi nombre y me inscribió como miembro de su colectividad. Jamás votaría nada por ningún partido. Me dijeron que van a dejar una nota de constancia que hay un error en el registro y me van a entregar un voto independiente como corresponde. Lo que pasa es que me dicen que sólo puedo votar en la Lista B de la Alianza, yo tengo que reconocer que soy de derecha, pero no quiero votar por la derecha en estas primarias y estoy en todo mi derecho que yo soy independiente”.

Ante esta situación, el Servicio Electoral dispuso un procedimiento que permitió que los votantes expresaran su voto, aunque registrando la irregularidad en las actas para posterior revisión. Lo anterior, aunque previamente se dijo que no podrían votar quienes estuvieran registrados en partidos políticos si no eran del pacto Nueva Mayoría o de la Alianza; y que si aparecían inscritos en estos bloques políticos, sólo podrían votar como militantes. Al respecto, el Ministerio del Interior abrió un listado para las personas afectadas, con la finalidad de presentar denuncias ante el Tribunal Calificador de Elecciones. La página es: www.interior.gob.cl

El segundo problema recurrente que debió enfrentar el Servicio Electoral, en su estreno como entidad técnica con exclusiva responsabilidad de los procesos eleccionarios, fue la tardía constitución de mesas de votación, a consecuencia de la baja afluencia de público para esta elección primaria. Esta situación se enfrentó de manera extraordinaria con la fusión de mesas, que de acuerdo a la ley requieren al menos tres vocales para su funcionamiento. También mediante la obligación impuesta a los primeros votantes que llegaban a los establecimientos.

Uno de estos casos, está graficado en lo que relató Manuel Fuenzalida, en el Instituto Nacional, en Santiago: “Venía a sufragar como siempre y me atendió el delegado electoral del recinto y me dijo que había un déficit de vocales y me dijo si es que yo quería constituir la mesa”.

En este caso, la Ley 18.700 de vocales de mesa estipula que la personas que se niegue a cumplir esta función, arriesga una multa que va de 2 a 8 unidades tributarias mensuales (UTM).





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