El senador socialista y miembro de la comisión de Salud, Fulvio Rossi, dio por muerta la “ley larga de Isapres”. Aseguró que el Gobierno desconoció un acuerdo cuando el ministro de Salud, Jaime Mañalich, propuso que cada empresa del rubro fija sus propios criterios en los Planes Garantizados de Salud (PGS).
El legislador lamentó que con esto se retrocede, se fortalecen las facultades de entidades que ya controlan los costos de la salud a través de los prestadores de ésta. La famosa integración vertical, es decir, la propiedad de clínicas de los propios conglomerados económicos de las Isapres.
Hablando por el oficialismo, el senador UDI Gonzalo Uriarte, que también participa de la instancia parlamentaria, dijo que no es tal el “desconocimiento de acuerdos”, asegurando que hay una verdadera preocupación regular los PGS.
“Nadie puede decir que aquí se han incumplido acuerdos, porque no pusimos nada en votación y porque lamentablemente no avanzamos nada. Yo lo único que quiero y espero es que podamos avanzar en un buen plan garantizado de salud que termine con estas discriminaciones tan odiosas, sobre todo con las prexistencias, con esta multiplicidad de planes que solo terminan afectando siempre los derechos de los afiliados al sistema privado de salud”, expresó.
Rossi, por su parte, en conversación con Radio Universidad de Chile, expresó que es fundamental avanzar en la materia, pero es necesario tomar precauciones.
“Este es un tema que es fundamental, tenemos que regular el mercado privado de la salud, pero hay que hacer una buena ley, porque si hacemos una ley que permita que las Isapres sigan aumentando el valor de los precios a su pinta, la verdad es que no vamos a estar resolviendo el tema principal que tienen los chilenos y chilenas. Si esto fracasó, la responsabilidad es más bien del gobierno, que ofreció un acuerdo y después lo retiró”, manifestó.
El socialista añadió que es urgente solucionar los vicios del sistema privado.
“Tenemos que avanzar, naturalmente, en un proceso de contención de costos. Los costos de la salud privada hoy día son elevadísimos. Y el pago de bolsillo, lo que paga el afiliado para tener acceso a la salud privada, es de los porcentajes más altos del mundo. Entonces tenemos un sistema que discrimina, lleno de arbitrariedades, lleno de abusos y más encima caro. Y no necesariamente siempre de la mejor calidad”
Otra visión es la de Matías Goyenechea, de la Fundación Creando Salud, que cree que es adecuado que no se legislara este proyecto, puesto que a su juicio configuraba un “salvavidas a las Isapres”.
“Básicamente era eso lo que se estaba discutiendo, el sistema de un precio único es regresivo. Y esto hay que tenerlo claro: el precio que se estaba intentando hacer ahí o la lógica que se estaba poniendo es regresiva, con eso lo que se hace es generar una lógica de poner una barrera de acceso en términos del acceso. Había mucha gente, con este proyecto de ley, que iba a ser expulsada de las Isapres porque no le iba a alcanzar para pagar este precio único”, expresó.
El especialista aseguró que tampoco había claridad de qué prestaciones se entregarían y consagrando la capacidad de pago como mecanismo de ingreso a la salud.