Violencia intrafamiliar, violencia de género, agresiones a infantes y múltiples otras formas de castigo son a diario conocidas por la ciudadanía. En el país existen términos acuñados desde hace algunos años que revelan la brutalidad que se vive a puertas cerradas en los hogares.
Marchas, protestas, campañas publicitarias celebradas y criticadas, han sido parte de la batería de medidas con la que organizaciones y autoridades han tratado de mejorar las crudas cifras que revelan una golpeada realidad.
Lamentablemente, la visibilización de las agresiones entre parejas ha dejado en constancia que no sólo ocurren entre adultos o en uniones establecidas que se amparen en la convivencia. La realidad ha traspasado umbrales de edad, en ocasiones de compromiso, volviéndose parte del cotidiano de cientos de pololeos que encuentran en la violencia física o psicológica prácticas de comunicación cada vez más frecuentes.
“¡Si no te deja juntarte con tus amistades, es violencia!, ¡si te compara con otras mujeres, es violencia!, ¡si te golpea, es violencia!”, así narra una campaña orientando a mujeres a no pasar por alto situaciones privativas de libertad, situaciones que si bien están personalizadas en lo femenino producto de la cantidad de casos, también ocurren a la inversa.
La comisión de Familia de la Cámara Baja lleva tiempo trabajando en una iniciativa que busca fortalecer algunas disposiciones de la ley de Violencia Intrafamiliar, sancionando a quienes estando en una relación amorosa o habiendo terminado una relación amorosa sin convivencia agredan a su pareja.
Según expone el documento, las sanciones se medirían de acuerdo a la gravedad de la lesión, pudiendo ser multas en dinero o penas de presidio según amerite la situación.
Este miércoles se votaba en el pleno del hemiciclo y, si bien fue aprobado en líneas generales, retornó a su comisión de origen debido a las indicaciones presentadas durante su votación en sala de la Cámara Baja.
Fuad Chahín, parlamentario de la Democracia Cristiana fue uno de los manifestantes de las disidencias con el texto.
“Pongamos el énfasis sancionatorio en las acciones gravísimas, por ejemplo en aquellas que terminan ocasionando la muerte. En el resto, pongamos el énfasis en lo correctivo, en lo educativo más que en lo sancionatorio, entonces me parece que hay un desajuste en el proyecto de ley”, expuso el diputado.
En defensa de la iniciativa y cuestionando la intervención tanto de Chahín como del también falangista Ricardo Rincón, Adriana Muñoz recordó la importancia de poder avanzar en la materia.
“Aquí hay un debate que se ha dado en el país, en el parlamento, que recoge una realidad grave de violencia que ocurre en relaciones que no son ni de matrimonio ni de convivencia, y que no están acogidas ni establecidas en la ley de violencia intrafamiliar, si ese es el tema de fondo, estamos en otro debate porque aquí la señal que se está dando es de prevenir y sancionar la violencia que se da en este tipo de relaciones”, argumentó.
La ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) Loreto Seguel, también estuvo presente en la votación, donde reaccionó ante la importancia de combatir la violencia al interior de las parejas no convivientes.
“Refuerza el rol del Estado, el rol del Servicio Nacional de la mujer en la labor de desarrollar implementar y generar políticas de prevención y detección de víctimas de violencia; por otra parte, seguir avanzando en el cambio cultural que en estos años ha sido fuertemente implementado para seguir luchando contra la violencia que tenemos en nuestro país”, expuso la autoridad.
Apoyando el proyecto, Lorena Astudillo, Coordinadora de la Red Contra la Violencia Hacia las Mujeres, insiste en el reduccionismo que existe con los proyectos de ley, posicionando a la violencia en la pareja como la única que contra las mujeres, situación que se contradice en la realidad.
“Hacer un apolítica pública efectiva, con cambios reales que pasan netamente por educar y por apuntar al cambio cultural. Mientras sigamos con los mismos textos escolares con un idioma sexista, mientras sigamos con los mismos medios de comunicación que replican estereotipos machistas esto no va a cambiar, por lo tanto, el cambio debe ser práctico, puntual, no a cambios pequeños donde lo que se hace es invisibilizar el problema real”, subrayó.
En lo que al proyecto respecta, la propuesta legal establece que será constitutivo de violencia en las relaciones de pareja sin convivencia todo maltrato que afecte la integridad física, psíquica o la libertad o identidad sexual, dirigido hacia una persona que tenga o haya tenido una relación de pareja sin convivencia.
El juez podrá decretar como medidas accesorias a la pena la prohibición de acercarse a la víctima, a su domicilio, lugar de trabajo o estudio, así como a cualquier otro lugar al que ésta concurra o visite habitualmente. Si ambos trabajan o estudian en el mismo lugar, se oficiará al empleador o director del establecimiento para que adopte las medidas de resguardo necesarias.
En caso de evidenciar maltrato habitual, la sanción será presidio menor en su grado mínimo. En caso de que la agresión sea un delito más grave se aplicará la sanción pertinente.
En cuanto a la apreciación de habitualidad, el proyecto busca atener al número de actos y a la proximidad temporal de ellos, independiente de si estos sean ejercidos hacia la misma víctima.
Cabe destacar que el proyecto fue aprobado en lo general por 82 preferencias y una abstención, siendo la idea de las indicaciones poder mejorar algunos artículos respecto a algunas consideraciones de violencia.