Este año, por primera vez en Chile una mujer entregará la banda presidencial a otra mujer. Esto luego de que la senadora Isabel Allende fuera elegida para presidir el Senado. La interrogante es si la presencia de más mujeres en cargos de poder a nivel nacional, tendrá o no un correlato en las políticas públicas, con miras a la equidad de género.
Tatiana Hernández, socióloga del Observatorio de Equidad y Género, valoró iniciativas del anterior gobierno de Bachelet, entre ellas la implementación de un código de buenas prácticas laborales para la administración pública en el que se promovió la igualdad de trato y oportunidades, además de la discusión de la Ley de Femicidio que finalmente fue aprobada durante la administración de Sebastián Piñera. No obstante, señaló que en los últimos cuatro años hubo importantes retrocesos en esta materia:
Al respecto explicó que “hay que reconstruir mucho. Aquí no solamente hubo un terremoto que nos dejó la naturaleza, sino que las mujeres vivimos un terremoto político con la llegada de la derecha al poder. Tuvimos retrocesos importantes, por ejemplo en materia de violencia, todo lo que tiene que ver con las campañas, con las políticas de atención y los modelos de atención, el no entender nunca que hay acciones importantes en términos de prevención, pero sin una política integral de prevención, cualquier acción queda en la nada”, dijo Hernández.
Calidad en el empleo
Para Victoria Vega, Directora Ejecutiva de la Corporación Domos abocada a la prevención de la violencia contra la mujer, durante el nuevo Gobierno será fundamental trabajar desde una perspectiva interministerial en el ámbito de la prevención de la violencia, pero también en la rápida atención a las víctimas para reinsertarlas en el ámbito laboral: “Se deben pensar políticas públicas que lleven ese elemento en el centro, la reinserción laboral, porque sin autonomía económica, sin capacidad de generación de ingresos, formal con buen salario, con posibilidades de movilidad social, la mujer se queda atrapada en esa historia de violencia. Ahí el modelo de política pública chilena no tiene ninguna estrategia”, explicó Vega.
La mayor participación laboral femenina fue uno de los logros destacados por la administración de Sebastián Piñera. El Instituto Nacional de Estadísticas, estimó que el 55 por ciento de los empleos generados en los últimos cuatro años fueron plazas ocupadas por mujeres.
Sin embargo, la Superintendencia de Pensiones informó que la brecha salarial entre hombres y mujeres llegó al 20 por ciento durante el 2013, lo que representa un aumento de siete puntos en los últimos 10 años.
Para Carolina Carrera, Directora de Corporación Humanas, las cifras son preocupantes, sobre todo considerando que aunque coticen por la misma cantidad de años y ganen igual sueldo, las mujeres continúan jubilando hasta con un 35 por ciento menos que los hombres. Además, enfatizó en que aún permanecen importantes deficiencias en materia de calidad del empleo: “Están ingresando más mujeres, pero muchas de estas mujeres son de mayores recursos y no están llegando al mercado laboral las mujeres que más requieren ingresar. Por otro lado, se mantienen las precarias condiciones laborales, o sea aumentamos la participación pero no resolvemos la precariedad laboral ni la brecha salarial que aún persiste, porque muchas mujeres ganan un tercio menos que los hombres por igual trabajo e iguales horas”, señaló.
Desafíos
Otra área que continúa pendiente es la de propiciar una mayor participación de mujeres en cargos públicos. Al respecto, Carrera lamentó la promesa incumplida de Bachelet frente a la paridad en sus nombramientos y dijo que hay importantes deudas en materia legislativa: “Lamentablemente, la primera señal del próximo Gobierno no ha sido buena, esperábamos una señal más fuerte respecto de la paridad. Se necesita una legislación que plantee la participación equilibrada de hombres y mujeres en los cargos de representación popular, pero también en el mundo de las empresas privadas”, dijo la directora de la Corporación Humanas.
A estas deudas se suma, en el ámbito de los derechos sexuales y reproductivos, la despenalización del aborto en caso de violación, riesgo para la madre o inviabilidad del feto.
En esa línea, Tatiana Hernández señaló la importancia de reinstalar conceptos claves para enfrentar los desafíos, entre ellos la idea de que las mujeres “somos ciudadanas y sujetas de derecho, porque ese fue un gran retroceso durante este Gobierno”, así mismo “se debe entender que el género no es sólo un tema de hombres y mujeres, sino que trata sobre las desigualdades en las relaciones de poder”, dijo la socióloga.
Desde la ciudadanía las expectativas son altas, sobre todo frente a una futura ministra del Sernam, Claudia Pascual, militante del Partido Comunista que se declara feminista, al igual que su subsecretaria Gloria Maira, quienes componen el gabinete de quien fuera la primera mujer presidente, y luego se desempeñara como secretaria ejecutiva en ONU Mujeres.