El ministerio de Educación anunció este martes que conformará un equipo de expertos en mediciones para pensar en “un sistema de evaluación para las próximas décadas”, señaló la subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga.
La iniciativa fue planteada junto a la entrega de los resultados de la prueba Simce 2013, evaluación en manos de la Agencia de Calidad de la Educación, servicio descentralizado que este año aplicó la prueba a los segundos, cuartos, sextos y octavos básicos, además de los segundos medios de todo Chile.
En general, los resultados se mantienen respecto de 2013, registrándose variaciones significativas solo en cuarto básico, donde hubo una baja en matemáticas, y en segundo medio, que presentó un retroceso en comprensión de lectura. En octavo básico hubo un pequeño repunte en el área de ciencias.
La segregación sigue siendo la constante en los resultados de estas pruebas estandarizadas. Sin embargo, se confirmó que una vez más quienes cuentan con un nivel socioeconómico más alto, consiguen mejores resultados frente a los estudiantes de menores recursos.
Justamente, es frente a la necesidad de generar nuevos propósitos y con ello un nuevo sistema de evaluación coherente a las reformas, que el ministerio prepara una mesa de expertos.
Así lo ratificó, en entrevista con el programa Educación en el Aire de nuestra emisora, Gonzalo Muñoz, jefe de la división de Educación General del Mineduc. “Será una mesa de expertos con un fuerte componente externo del mundo escolar y académico. Un nuevo diseño pensado para 30 a 40 años”, agregó.
“Vamos a convocar en los próximos días, a un equipo de trabajo amplio que revise esto y que le proponga al ministerio medidas sobre las características de las pruebas, su frecuencia, y también sus consecuencias y usos que son importantes de revisar mirando la experiencia internacional y no cayendo en el argumento fácil de que esto se soluciona terminando con las pruebas”.
Respecto de la amplia brecha entre municipales y particulares, la subsecretaria Valentina Quiroga señaló que son varios los factores que influyen en la calidad, y no solo los recursos.
“Un tema central en esto tiene que ver con el fortalecimiento del liderazgo directivo dentro de los establecimientos, también con una política nacional docente que entregue herramientas a los profesores. La tremenda correlación que hay entre nivel socioeconómico y resultados muestran que hay un gran desafío sobre todo en los niveles más bajos, y por tanto este no es un tema sólo de recursos”
Por su parte, Juan Bravo, secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, destacó que por primera vez hubiera factores no académicos que influyen en la educación de los alumnos del país.
“Cuando hablamos de autoestima académica y de motivación escolar hablamos de la confianza de los estudiantes sobre sus capacidades para aprender. La escuela debiera fomentar tanto el aprendizaje propiamente tal como el desarrollo del autoestima académica”.
Sobre este tema también se refirió Rafael Carrasco, director de estudios del Centro de Innovación en Educación de Fundación Chile. El especialista indicó que se debe hacer una “revisión profunda de cómo estamos evaluando y si ésta es la manera más adecuada para apoyar el mejoramiento de la calidad y la equidad en la educación”.
“Hay que ampliar el concepto de calidad, hay que ir un poco más allá”, insistió el doctor en Ciencias Sociales.
“Es muy importante no solamente indicar lo que está pasando, sino también dar orientaciones de mejoramiento y trabajar con la comunidades educativas para que desarrollen sus capacidades. Hay una tarea pendiente sobre cómo desarrollar las capacidades de evaluación de los docentes en el aula y así orientar sus clases”.
Según Carrasco, la institucionalidad se debe hacer responsable de la categorización abierta de los establecimientos, asumiendo la entrega de recursos a quienes ven dificultado su trabajo.
Una de las conclusiones importantes a destacar es que los resultados no reflejan diferencias significativas en cuanto al tipo de dependencia, entre establecimientos municipales y subvencionados. La diferencia está determinada por la composición socioeconómica del alumnado.