La iglesia Católica es uno de los sostenedores de colegios más importantes del país. Hay algunos establecimientos que administra directamente el Arzobispado, otros que son de congregaciones y otros responden a colegios particulares con un proyecto católico.
Sólo en la Región Metropolitana hay alrededor de 260 colegios católicos. 57 de ellos son particulares pagados y el resto son subvencionados. De ese total, alrededor de 28 son del Arzobispado y no más de 22 son gratuitos.
Los datos los aportó el Vicario de la Educación de la Arquidiócesis de Santiago, Tomás Scherz, durante la entrevista realizada por el programa de nuestra emisora, Educación en el Aire.
“La Educación formal nace en la misma iglesia”, sostuvo el sacerdote para defender el rol de la institución eclesiástica en este ámbito de la sociedad. “La fe es en el fondo una posibilidad de desarrollar plenamente al ser humano, al hombre, a la mujer, a los niños sobre todo”, agregó.
¿Educación pública o estatal?
La Vicaría de la Educación sacó un texto denominado “Por una Educación Pública, Laica y Gratuita” donde el énfasis de lo público no estaría asociado al Estado, argumenta Scherz. “Una educación puramente estatal, sería una educación más homogénea”, opina.
Si bien Scherz defendió el proyecto de la Reforma Educacional que hace relación al fin del copago, el lucro y la selección, también espera que esta sea impartida en distintos niveles de dependencia. Respecto al proyecto de ley, “hay elementos técnicos que hay que mirarlos bien”, apuntó.
Fin al lucro, copago y selección
“El fin al copago es una real posibilidad de acceso”, señaló, sin embargo espera que los siguientes proyectos se hagan cargo de la calidad de la educación, específicamente en carrera y formación docente, donde cree están los factores de mayor influencia. Por el momento, “la ley es insuficiente”, sentenció.
Respecto a la selección, reconoció que hay algunos establecimientos de la Iglesia en que se selecciona a los estudiantes por nivel académico, sería el caso del Liceo Ruiz Tagle de propiedad del Arzobispado, sin embargo contrapone este caso con aquellos en que la iglesia juega un rol fundamental de integración. “Habrá que adecuarse a la ley”, reconoció el vicario.
Scherz pide a los sostenedores prudencia y mayor conocimiento de la ley antes de tomar decisiones. No obstante, asegura: “Cerrar un colegio, por tener alguna pequeña amenaza en el ámbito económico o el que sea, es faltar a la vocación original que uno tiene”.
En esa línea, el sacerdote cree que los colegios particulares pagados debieran retomar los proyectos de integración del tipo “Machuca”. “La tendencia de los colegios particulares pagados debería ser esa”, mencionó.
Responsabilidad de los apoderados
Scherz también se refirió a la relación de las instituciones educativas y los apoderados de los estudiantes. “Nosotros tenemos un principio fundamental, el primer educador son las familias y ellos delegan en una institución”, dijo el vicario.
“Nosotros vemos con malos ojos aquel concepto del apoderado que entrega el hijo al colegio, ustedes háganse responsables que yo lo vengo a buscar cuando salga de cuarto medio”, agregó.
Participación comunitaria
“La universidad, la organización de los estudiantes, la posibilidad de que se integran en la comunidad educativa es ya una reivindicación de los años 60. Allí se hablaba de cogobierno, ahora uno le tiene más miedo a esa palabra”, sostuvo el vicario de la educación.
“No hay que olvidar que la reforma universitaria en este país comenzó en las universidades católicas. En la Católica de Valparaíso y después en la Católica de Santiago. Hay un elemento y antecedentes que hablan en favor de él”, finalizó el vicario de la Educación.