El escenario en Colombia cambió radicalmente este fin de semana en la previa a la conmemoración de los dos años desde que iniciaran los diálogos en La Habana entre el Gobierno Colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Esto con la intercepción de la barcaza en la que se trasladaban, vestidos de civiles, el General Rubén Darío Alzate, junto al cabo primero Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego.
El secuestro gatilló la ira del presidente Juan Manuel Santos, quien decidió suspender el proceso e hizo llamado a las FARC.
“Las FARC son las responsables de su integridad física y deben devolverlo de inmediato. Los colombianos exigimos su liberación. Es el momento para que demuestren su compromiso con el proceso de La Habana. Mientras esta situación no se solucione, óigase bien, mientras esta situación no se solucione, les he reiterado a los negociadores del gobierno que no podrán viajar a La Habana para reanudar las conversaciones”, afirmó.
Esta mañana una de las facciones de las FARC dio una conferencia de prensa a las nueve de la mañana hora cubana. El encargado fue Pastor Alape, de la delegación de Paz de la FARC EP, quien afirmó desconocer el paradero del jefe militar, criticó al gobierno ante su decisión unilateral e insistió en la necesidad de que la paz avance.
“Para asombro del mundo esta decisión la toma un Gobierno que ha negado tozudamente la posibilidad de que el proceso de paz se desenvuelva en medio de una tregua o armisticio que ayude a des-escalar el conflicto. La posición de dialogar bajo el fuego cada día arrastra mayor insensatez”, afirmó.
Alepe afirmó que quieren que este impase “sea resuelto lo más pronto posible para que el proceso siga avanzando sin sobresaltos hacia el acuerdo final”. Al cierre adelantó una nueva conferencia que se realizó dos horas más tarde.
En esa segunda instancia, el bloque Iván Ríos de las FARC admitió la retención del general Alzate, afirmó que respetan su “vida e integridad física y moral” y que están “plenamente dispuestos a garantizarlo” hasta donde les “sea permitido por la ira estatal”.
De igual forma, reiteraron que buscan “la paz porque hay un conflicto armado, reconocido legal y políticamente por el actual gobierno” pero indican que “sin cese bilateral de fuego, las que el Presidente llama reglas del juego, no pueden operar solo para las fuerzas del Estado”.
La declaración de prensa concluye señalando: “No está de más advertir que estamos subordinados a las decisiones que adopten las instancias superiores de las FARC-EP”.
La reciente noticia ha removido a diversos sectores en Colombia, ya que la maniobra de las FARC dejaría de manifiesto que se requieren “otras vías” adicionales a la negociación.
Esto mientras ambas partes, Gobierno y revolucionarios, siguen insistiendo en exigir “igualdad de condiciones” en un proceso de diálogo que en estos momentos está totalmente detenido.