Los sudafricanos conmemoraban este viernes el primer aniversario de la muerte de Nelson Mandela con un servicio religioso y un partido de cricket, honrando su legado como adalid de la lucha contra el apartheid.
El servicio multirreligioso tuvo lugar por la mañana en una colina de Pretoria dedicada a los combatientes de la lucha contra la segregación racial. Tras esta ceremonia se celebraron rezos cristianos, hindúes, musulmanes, judíos e incluso rastafaris, de acuerdo con un espíritu ecuménico que refleja la diversidad de las comunidades del país y la universalidad de la lucha antirracista del ex presidente Mandela.
Graça Machel, viuda del Premio Nobel de la Paz, tomó luego la palabra, vestida de negro y con una estola dorada al hombro. “Tuve el privilegio singular de ser el hombro en el que se apoyó en el crepúsculo de su vida, y le estaré eternamente agradecida por haberme elegido”, dijo.
En tanto el arzobispo emérito Desmond Tutu, también galardonado con el Premio Nobel de la Paz, pidió a los sudafricanos que siguieran el ejemplo de Mandela en un comunicado destinado a celebrar el aniversario de su deceso.