Polémico informe abre debate sobre las doulas

El Informe doula abrió un encendido debate en España tras calificar a las comadronas como “intrusistas”, “fraudulentas” y “peligrosas”. Por su parte, doulas de todo el mundo han alzado la voz para desmitificar un oficio que, aseguran, no busca reemplazar el rol de las matronas sino que ser un complemento emocional durante el embarazo, parto y puerperio. 

El Informe doula abrió un encendido debate en España tras calificar a las comadronas como “intrusistas”, “fraudulentas” y “peligrosas”. Por su parte, doulas de todo el mundo han alzado la voz para desmitificar un oficio que, aseguran, no busca reemplazar el rol de las matronas sino que ser un complemento emocional durante el embarazo, parto y puerperio. 

Hace unos días el Consejo Nacional de Enfermería español publicó el llamado Informe doula. El documento, de más de 100 páginas, alude a una serie de prácticas realizadas por las comadronas y las califica como un “negocio lucrativo y fraudulento” y un “peligro para la vida y la salud de las madres y sus hijos”.

En este contexto, variados colectivos y organizaciones de mujeres han señalado que el informe carece de sustento científico y que estaría redactado en base a una serie de mitos e impresiones equivocadas respecto del rol  y a la función que desarrollan las doulas.

Ser doula

El trabajo de la doula consiste, esencialmente, en brindar apoyo y acompañamiento continuo a las mujeres durante los procesos de embarazo, parto y puerperio. En este sentido, el rol de la doula está centrado en brindar contención emocional, informar y acompañar  a las mujeres y sus familias.

Pese a lo anterior, el Informe doula señala: “Cualquier consejo, práctica, asistencia o acto que lleve a cabo una doula a una mujer embarazada o a su hijo es, en todo caso, irregular, en el sentido de que se realiza sin los conocimientos, aptitudes, ni competencias necesarias y oficialmente reconocidas, y además se hace sin amparo legal alguno”.

En nuestro país, la presidenta del Colegio de Matronas, Anita Román señaló estar totalmente de acuerdo con el informe: “Nosotros vemos el peligro que significa depositar el inminente trabajo de parto en una persona que no tiene el conocimiento científico como para manejar este proceso humano. Las matronas nos formamos con 5 mil 300 horas, con cinco años de estudios”.

Pascale Pagola es una de las precursoras de este fenómeno en nuestro país. Matrona de la Universidad Católica y doula certificada de Doulas of North America DONA, lleva más de 10 años acompañando a mujeres a parir. Sobre el informe señala: “Siento que se ha perdido el foco de lo que realmente estamos discutiendo. La idea de la doula viene de la madre y se trata de otorgar apoyo emocional y contención. La matrona tiene la autoridad y la responsabilidad médica, ética y legal. Es una figura que no puede faltar durante el parto”, señaló.

“Peligro para la vida”

Pese a la variada evidencia documental que vincula a las doulas exclusivamente con aspectos de tipo emocional, el informe subtitulado “la verdad sobre las doulas” las vincula a una serie de prácticas propias de la actividad médica. En este sentido advierte que las doulas atienden partos en casa y con prescindencia de otro tipo de personal médico, lo que presentaría altos riesgos para la madre y su hijo.

En la misma línea Anita Román advierte: “acá en Chile hemos tenido la triste aparición de estos modelos europeos y norteamericanos. Hemos tenido muertes maternas y muertes de niños por doulas que atienden partos en casa”.

En este sentido, Pascale Pagola señala: “Que hayan doulas extremas y con poca ética que atiendan partos, es una excepcionalidad y un extremo que se da en todas las profesiones y oficios. Ser doula no tiene nada que ver con eso, sino que tiene que ver con acompañar y trabajar  para que esa mujer que está gestando y pariendo se quede contenta y con maravillosas sensaciones sobre su proceso”.

“Un negocio lucrativo y fraudulento”

Otro de los aspectos abordados por el informe doula tiene que ver con los altos aranceles que cobrarían por prestar sus servicios. Según se desglosa en el Informe, las doulas tendrían aranceles tarifarios dependiendo de la cantidad de horas destinadas al acompañamiento, alcanzando un promedio de 1.200 euros en total, unos 850 mil pesos chilenos.

En Chile hay doulas que cobran y otras que no. La mayoría se lo toma como un voluntariado. Las que cobran normalmente son doulas con experiencia en varios y diferentes tipos partos. El rango de precios oscila entre los 50 y 150 mil pesos. Lo que incluye acompañamiento durante todo lo que se extienda el preparto, el parto y visitas posteriores, además de disponibilidad telefónica permanente.

La figura de la doula no se encuentra regulada ni en España, ni en Chile. En países como Inglaterra y Estados Unidos, se encuentra reconocida e integrada dentro de los servicios de salud tanto públicos como privados.

La evidencia científica

Pese al sinnúmero de opiniones encontradas respecto de este asunto, tanto la Organización Mundial de la Salud OMS, como la Asociación Americana de Ginecología y Obstetricia ACOG, señalan que el acompañamiento emocional permanente es sumamente relevante y positivo para las mujeres.

En el documento emitido por la ACOG titulado: Safe Prevention of the Primary Cesarean Delivery puede leerse: “Los datos publicados indican que una de las herramientas más eficaces para mejorar los resultados de parto y nacimiento es la presencia permanente de personal de apoyo, como una doula. Un metaanálisis realizado por Cochrane en 12 ensayos y a más de 15 mil mujeres demostró que la presencia de apoyo continuo, uno a uno, durante el parto se asoció con una mayor satisfacción de los pacientes y una reducción estadísticamente significativa en la tasa de partos por cesárea”.

Por su parte, la OMS en un documento oficial sobre Apoyo continuo durante el parto señaló: “El apoyo continuo reduce levemente la duración del trabajo de parto, aumenta las probabilidades de parto vaginal espontáneo y reduce de la necesidad de analgesia intraparto. Las mujeres que reciben apoyo continuo tienen menos probabilidades de manifestar insatisfacción con sus experiencias de parto”.

Resignificar el parto

Pascale Pagola señala que es momento de que la discusión respecto de las doulas de un  paso adelante y  se centre en un aspecto más profundo: “Es necesario resignificar lo que es el parto normal y también es urgente preguntarse qué es lo que las matronas estamos haciendo mal o dejando de hacer, para que actualmente exista este boom de las doulas. Lo ideal sería que todas las matronas ejercieran igualmente este rol de  acompañamiento emocional, pero para eso el sistema debería garantizar que cada mujer pueda contar con una matrona para acompañarla durante todo el proceso de preparto y parto”.

Actualmente el sistema de salud tanto público como privado, tiene un enorme déficit de matronas, asunto que ha sido reconocido por l Colegio. Según cifras extraoficiales, en el sector público cada matrona tendría en promedio cinco mujeres a su cargo, llegando a 14 en los casos más extremos.

“En este contexto es fundamental dejar en claro que las doulas no buscamos bajo ninguna circunstancia competir o reemplazar a las matronas. Esperamos poder trabajar en conjunto para atender las necesidades integrales de las mujeres que están gestando y pariendo”.

Nunca sola

Giuseppina Pabst (26) fue madre por primera vez el 2013. Vivió todo el embarazo acompañada por su doula Morella Contreras. Dice que fue una experiencia maravillosa que volvería a repetir a ojos cerrados.

“Yo me controlé con una matrona en el consultorio y con mi doula. Las diferencias y los enfoques son totalmente diferentes. Yo tuve diabetes gestacional y la matrona se hizo cargo de ese asunto en un 100 por ciento. Con Morella fue muy distinto, ella venía a mi casa una vez al mes y conversábamos sobre lo que me estaba pasando, la dudas que iban surgiendo y realizando un proceso paulatino de empoderamiento. Me ayudó a confiar en mi cuerpo y en mis procesos y a creer que como mujer soy capaz de parir a mi hijo. Me ayudó con masajes y técnicas de respiración. Este apoyo no fue sólo para mí sino que también para mi pareja”, señala.

Cuando comenzó el trabajo de parto Morella viajó desde Valparaíso a Santiago a acompañarla. Conversaron, rieron, cantaron, respiraron y esperaron juntas el momento que Giuseppina sintió que era el adecuado. Cuando estuvo lista se fueron al Hospital Luis Tisné.

“Por protocolo el hospital no permite el ingreso de doulas a las salas de parto, lo que es lamentable. Yo entré con mi pareja y Morella estuvo afuera todo el rato. Sentí su compañía en todo momento, hice los ejercicios que habíamos practicado y pude parir en conciencia, sin anestesia y llena de amor, a mi hijo de más de 4 kilos”

Para Giuseppina el apoyo no terminó ese día con el parto: “Morella siguió visitándome durante los meses que siguieron y fue fundamental para establecer la lactancia materna. A uno siempre le dicen que su leche es de mala calidad, o que no engorda, pero nadie te dice que el cuerpo está diseñado para amamantar y que la confianza en una misma es lo más importante. Morella estuvo conmigo en todo este proceso y lo siento como un regalo, como una maravillosa experiencia hacia la consciencia de la maternidad y el empoderamiento”, concluyó.





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