El teatro fue una de las herramientas que Luis Emilio Recabarren, líder obrero, utilizó para educar al trabajador y así generar conciencia de la realidad social que vivía. Bajo esta misión es que el padre del movimiento obrero chileno creó compañías teatrales en sedes sindicales y centros culturales del norte del país las que montaron dramas, comedias, sátiras e historias entendibles por la audiencia, con un claro propósito instructivo.
Tomando como referente el tipo de teatro y de textos que ocupó Recabarren, Cristian Keim dirige esta obra basada en su figura, a partir de un grupo de empleados de un sindicato del siglo XXI que tiene la extraña misión de representar la vida, pasión y muerte del dirigente político de principios del siglo pasado.
“Usamos ese soporte para hablar de Recabarren, cuyos textos, literatura y palabras ya hablan por sí solos. Buscamos un mecanismo estético para ponerlo en escena que hace que él circule y que sus ideas circulen, más que concluir una tesis respecto a su vida y suicidio”, explica Keim, director de la obra.
“Decidimos contemporaneizar los conflictos que son los mismos con los que Recabarren se cruzó y que se repiten hoy: el descrédito de las instituciones, la falta de confianza en el otro… Las redes de trabajadores son prácticamente nulas porque hay un sistema que las socavó, un sistema que para funcionar mejor le conviene convertirnos mucho más en individuos, que en un colectivo”, agregó.
El montaje cuestiona nuestra actual falta de asociatividad a través de una pregunta que lo atraviesa: ¿En qué espacio social participamos hoy colectivamente? .
“Todos sostenemos la idea de que tenemos que unirnos, pero ¿a qué junta de vecinos pertenecemos? ¿cómo participamos en nuestro rol de ciudadanos asociados con otros, más allá que en Facebook tengamos una red o nos tuiteemos con muchas personas?”, indicó.
La figura del sindicalista ilumina estas interrogantes en la puesta en escena interpretada por Verónica García-Huidobro, Rafael Contreras, Gonzalo Durán y Juan Esteban Meza. “Son las preguntas que se hacía Recabarren. Ocupamos el teatro como lo hacía él, como una herramienta política”, explica Keim. “Nosotros nos podemos permitir ser mucho más directos que lo que él era, a partir de las capas de conocimiento que ya tenemos de las injusticias sociales. Podemos ser un poco más puntudos, sobre todo con la información que está corriendo: lo que está pasando con el caso Penta o comparar el valor de una silla en la que se sientan diputados y senadores versus el valor del sueldo mínimo. Es un montaje que se hace cargo de la realidad y por eso, primero que todo, las preguntas nos las hacemos nosotros mismos”.
RECABARREN es la tercera y última parte de la Trilogía de Tiernos y Feroces, inspirada en tres figuras emblemáticas del ideario político y cultural chileno: Pablo de Rokha, Violeta Parra y Luis Emilio Recabarren.
La obra se puede ver en Espacio Patricio Bunster. Del 30 de abril al 10 de mayo de 2015 / Jueves a sábado 21:00 hrs. Domingo 20:00 hrs. General: $4.000. Estudiantes y tercera edad $2.000. Jueves popular, $2.000.