Demanda por democratización interna divide a la USACH

Por tres meses se ha extendido el conflicto entre los estudiantes y la Rectoría sin que exista un acercamiento respecto de este punto. Mientras una parte asegura vivir bajo una estructura gubernamental ideada por la dictadura, Juan Manuel Zolezzi insiste en que existe democracia al interior de la universidad.

Por tres meses se ha extendido el conflicto entre los estudiantes y la Rectoría sin que exista un acercamiento respecto de este punto. Mientras una parte asegura vivir bajo una estructura gubernamental ideada por la dictadura, Juan Manuel Zolezzi insiste en que existe democracia al interior de la universidad.

Por tres meses se ha extendido el conflicto entre los estudiantes y la Rectoría sin que exista un acercamiento respecto de este punto. Mientras una parte asegura vivir bajo una estructura gubernamental ideada por la dictadura, Juan Manuel Zolezzi insiste en que existe democracia al interior de la universidad.

La historia comenzó con una serie de petitorios internos en demanda de mejoras en la infraestructura, peticiones que detonaron luego que se conociera la cancelación del contrato por 10 mil millones de pesos entre la Casa de Estudios y la empresa española Isolux-Corsán que incluyó una querella por fraude al Fisco y cohecho.

Dicha cancelación de contrato significó que el edificio que estaba contemplado para albergar una serie de carreras, quedara incompleto, luego que se descubrieran las coimas y el lobby que Isolux Corsán realizó ante diversas autoridades para obtener millonarias licitaciones.

El diagnóstico hecho por los estudiantes es que la mala decisión adoptada por la Universidad se debe al actual sistema de administración del plantel, el cual acusan se encuentra “demasiado centralizado  en la figura del Rector”, sin la posibilidad de abrir la toma de decisiones a los otros estamentos de la casa de estudios.

Al respecto, el Rector de la USACH, Juan Manuel Zolezzi, explicó que la Universidad “abrió la licitación, pero quienes cometieron algo están fuera de la universidad. Así como el MOP fue estafado 4 veces por empresas españolas, nosotros también fuimos estafados y solo una vez, pero fuimos estafados”, afirmó.

Pero estas explicaciones no convencen a la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago. Desde la Feusach aseguran que “lo mínimo que uno hace al firmar un contrato es revisar con quién estoy haciendo un negocio”. Por eso, los estudiantes cuestionan la actitud de las autoridades, a quienes acusan de “lavarse las manos, inculpar a quienes aparecen como responsables y proteger a otros que participaron de esto y que siguen al interior de la universidad”.

“Este edificio que venía a ser la solución para los problemas de infraestructura de la universidad fue el detonante de la movilización que vivimos hoy en día”, afirmó la presidenta de la Feusach, Marta Matamala, quien responsabiliza a la gestión de Zolezzi de lo ocurrido.

A juicio de la dirigente, lo ambiguo de la Reforma a la Educación Superior ha permitido que la máxima autoridad académica de la USACH desestime las demandas internas. “La rectoría se escuda en que como no existe claridad respecto del proyecto no se pueden dar avances internos, nosotros estamos en desacuerdo porque mientras más avancen las autoridades, antes que se genere ese proyecto, mayor será el piso para decir dónde deben partir los gobiernos universitarios”.

Democracia interna, la piedra de toque

Luego que el movimiento encabezado por los estudiantes se desencadenara, el Rector Juan Manuel Zolezzi, sostuvo que la Universidad respondió al petitorio levantado. Después de eso, se inició una mesa de negociación que funcionó hasta que el trato dado a los integrantes de la mesa y a rectoría hizo imposible seguir avanzando.

En ese sentido, Zolezzi agregó que “en la universidad lamentablemente no somos todos iguales. El sistema es simple, pero hay que buscar si el verdadero problema está acá o allá. Yo creo que los estudiantes no han entendido lo que ha hecho esta universidad y lo que ha avanzado en democratización. Y lo peor es que pueden sacrificar y echar a perder lo poco de bueno que tengamos”.

Pero los estudiantes insisten en que no están las condiciones para poder asegurar que la USACH es una universidad democrática, a juicio de Marta Matamala, “la universidad, hoy en día,  se rige por el Decreto de Fuerza de Ley 149, realizado durante la dictadura, el cual otorga excesivas facultades para dirigir la casa de estudios, al Rector.

Por lo mismo, afirman que “las demandas de los estudiantes se basan en la participación efectiva, en las decisiones que se toman en la institución, con el fin de poder reflejar un mejor futuro para esta misma”.

Recordemos que este punto intentó zanjarse con la tramitación de los nuevos estatutos que se encontraban en el Parlamento, pero que finalmente fueron desechados durante la discusión del DFL 2 (junto a los de la Universidad de Valparaíso), por lo que el tema quedó en cero.

“Nosotros creemos que hay que actualizar los actuales estatutos que datan desde el año 2008. Desde 2011 en adelante se han suscitado una serie de cambios a nivel país que no se reflejan en la universidad”, agrega Marta Matamala.

Esta situación ha provocado la preocupación de otros estamentos al interior de la universidad, como el académico. A través de una columna de opinión, el profesor Héctor Vera planteó que “el largo y tedioso  proceso de peticiones estudiantiles sistemáticamente truncadas, o con escaso avance en la participación democrática, termina por cansar a los demandantes y a las autoridades, generando un ambiente de  frustración para  el conjunto de la comunidad universitaria que no ve avances significativos de la Institución, a pesar de obtener recientemente una acreditación de 6 años y ocupar el segundo lugar nacional en el patentamiento de innovación tecnológica”.

Por lo mismo, la presidenta de la Feusach hizo un llamado para alcanzar un acuerdo más allá de las diferencias que puedan existir entre las partes: “Esta es la lucha de una comunidad enfrascada en un conflicto pero que debe encontrar una solución, más allá de las diferencias que podamos tener eso no pude ser un impedimento para llegar a un arreglo”, sentenció.

Por estos días los estudiantes han levantado una campaña titulada “Yo estoy con la USACH”, relevando la importancia de discutir la democratización del plantel. Dicha campaña ha recibido el apoyo de diversos artistas y figuras del espectáculo y la política quienes a través de las redes sociales han demandado una solución a este conflicto.

Radio Universidad de Chile intentó comunicarse con el Rector Juan Manuel Zolezzi sin obtener respuesta de él o de su equipo de comunicaciones.





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