La alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo, ordenó el desalojo de 26 campamentos de esa comuna. El argumento utilizado desde el municipio apunta a los problemas de “seguridad” y afectación de la calidad de vida de los vecinos al campamento”.
Uno de los moradores del campamento Luz Divina (entre la lista de los desalojados) es el sacerdote jesuita Felipe Berríos. Por ello, el ex capellán de Un techo para Chile no se demoró en criticar la decisión: “No puede uno poner una pared y deshacerse de ellos (…) ¿Cómo sacas a esa gente y a dónde los tiras?” preguntó en Radio Cooperativa.
El religioso agregó que las más de 3 mil familias que viven en campamentos no son delincuentes. Apuntando también a las peligrosas y precarias condiciones en las que viven. “Hay entre 40 y 50 campamentos. Son unas 3.000 familias las que viven acá, las cuales un 80% de ellos son migrantes. La mayoría está ubicado en quebradas peligrosas o bajo tendido de luz de alta tensión o le pasa cañerías de agua”.
Entre las críticas deslizadas en contra de la acción de Karen Rojo, el jesuita dejo entrever que en tiempos de precampañas, “la gente trata de hacer cosas efectistas, que no responden mucho a la realidad”.
A su juicio, es una medida errada, toda vez que desde el aluvión se trabaja en conjunto con la Intendencia y el Subsecretario del Interior para trasladar a la gente a lugares más seguros, donde se construirían campamentos transitorios. “Ya tenemos todo organizado y está visto donde se va a trasladar el primer grupo. Más que lento o rápido, las cosas se están haciendo con la gente, la gente está de acuerdo con irse. Esto está listo, por eso me pareció raro esto. Debe hacer una mala información” señaló insistiendo en que defenderá a la comunidad con firmeza.