A mediados del siglo XVI surgió en Perú un escritor mestizo que comenzó a dibujar las principales ciudades del continente. Su nombre: Felipe Guamán Poma de Ayala.
El cronista fue autor de dos libros: “Nueva crónica” y “Buen gobierno”. En ambos textos detalló las transformaciones que se produjeron en América Latina a raíz de la colonización y el mestizaje.
Hoy este trabajo es recuperado por la artista nacional Jimena Tapia, quien a través de la exposición “El capítulo de las ciudades y villas de este Reino” revive el legado de Guamán Poma.
El título de la muestra hace referencia a uno de los capítulos del libro “Buen gobierno”. En este sentido, la artista explicó que su trabajo busca representar los dibujos que realizó el cronista sobre las ciudades relevantes de la época.
Asimismo, Jimena Tapia indicó que las ilustraciones de Guamán Poma están cargadas de simbolismos. “Él de alguna manera nos presenta imágenes de la época, imágenes que son dibujos grabados que él mismo hizo y que no podemos saber si son más ilustrativos o simbólicos, pero la riqueza que yo encontré fue que Guamán Poma nos deja un legado visual”, dijo.
Dentro de las ilustraciones de Guamán Poma se encuentran las ciudades de Santiago, Santa Cruz, Arica, Quito, Tucumán y Arequipa, entre otras.
El método de dibujo de Guamán Poma fue bastante particular. Según Jimena Tapia el cronista nunca visitó todas las ciudades que ilustró.
En esta línea, la artista señaló que el escritor se valía de los relatos de los viajeros: “Él nunca estuvo en Chile, ni en Arica, ni en Santa Cruz, pero él hace un grabado de acuerdo a lo que le contaban de las ciudades, por eso los historiadores lo toman en cuenta porque dicen que en su trabajo hay mucho simbolismo respecto de la composición y los elementos que ilustra”, señaló.
El “Capítulo de las ciudades y villas de este Reino” está compuesta por 38 cuadros realizados en pintura acrílica.
Para ello, la artista debió traspasar los dibujos a un patrón binario compuesto por puntos negros y blancos sobre madera. Posteriormente, cada punto fue marcado con un clavo, lo que dejó un pequeño surco. Luego se cubrió con pintura metálica de colores tierra, dorado y bronce.
Esta exposición estará abierta hasta el 2 de octubre, de martes a domingo, de 11:00 a 20:00 horas, en el Centro Cultural Estación Mapocho. La entrada es gratuita.
