Desde que se destaparon los casos de corrupción entre empresas y representantes políticos es que estos últimos han debatido públicamente en distintos espacios sobre la necesidad de revitalizar las instituciones, como si hubieran sido sorpresas para el círculo las malas prácticas a las que estaban acostumbrados los partidos tradicionales y diversas autoridades, lo que mantiene una crisis de legitimidad desde el sentir ciudadano.
El viernes en el ex Congreso de Santiago se vivió nuevamente una instancia para conversar al respecto. Para el seminario ‘Crisis valórica en la política: causas y propuestas de superación’, organizado por el diputado socialista Marcelo Schilling y el investigador Eduardo Yentzen, se extendió la invitación a cerca de 300 personas, parlamentarios entre ellos. Tan sólo 40 nombres respondieron al llamado, una cifra que evidencia que el debatir sobre la crisis de las instituciones ya no es algo que nuestros representantes estén priorizando.
Aunque Schilling prefiere extender este desánimo notorio más allá de sus colegas congresistas. Dice que hay un clima ambiente que revela un estado de crisis y que “el hecho de que se consulte a 300 líderes del mundo social, gremial, empresarial, religioso y político, y que sólo 40 contesten, uno se pregunta cuál es la real percepción que existe en la sociedad chilena de que hay una crisis”.
Quizás por ser año de elecciones, con los partidos preocupados por refichar a los militantes, la intensa agenda legislativa u otros motivos, las autoridades no presten atención a este tipo de instancias, tomando en cuenta además que las propuestas de la “Comisión Engel”, que proponía diversas medidas para combatir la corrupción en la política, fueron aprobadas ya por los congresistas, aunque con muchas modificaciones hechas en sala que daban otro sentido a las iniciativas originales.
Schilling coincide en que quizás es la coyuntura la que tiene a los parlamentarios desenfocados de este debate, pero agrega que “no hay momentos oportunos o inoportunos para entregarle la palabra a la sociedad. La utilidad de todo esto es que el paciente toma conciencia de que está enfermo, que es el primer paso para sanarse”.
De todas formas la conversación fue amplia gracias a la participación de panelistas de distintos sectores políticos y sociales. En lo político expusieron, por nombrar a algunos, el diputado Gabriel Boric (Movimiento Autonomista), el histórico militante DC, Gutenberg Martínez y el diputado UDI, Jaime Bellolio. En lo empresarial el representante fue Roberto Fantuzzi, presidente de Asexma. Mientras que desde lo social estuvo el periodista mapuche, Pedro Cayuqueo, la presidenta de la FEUC, Sofía Barahona y el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, entre otros.
De hecho, Cayuqueo indicó que es bueno preguntarse por qué lo invitaron a él, tomando en cuenta que al hablar de crisis de confianza o valórica en la política, el debate suele tomar la dirección en torno al financiamiento ilegal. De todas formas, el periodista tiene palabras para esta supuesta crisis: “Yo creo que no existe crisis de la política, sino que existe una crisis de los actores políticos que han desprestigiado y pervertido la acción política de una forma brutal”, dijo el periodista.
Es más, Cayuqueo sostuvo que la política en nuestro país goza de muy buena salud, algo que se expresa en el interés de la ciudadanía por organizarse y reclamar constantemente sus derechos cuando se ven enfrentados a injusticias, algo que también él ve en el mundo mapuche: “En el mundo indígena es un momento maravilloso para ser mapuche, si eres joven y mapuche es probable que seas activista, de la cultura, de la lengua, del territorio, en fin. Se está viviendo un período de ebullición de una política que no es la profesional, sino que más ciudadana y que apunta a lo colectivo. Ese es el gran temor de la política tradicional, a eso le llaman crisis”, manifestó.
Resultaba llamativo entonces, escuchar los planteamientos de un diputado de la UDI en esto, considerando que son el partido político más involucrado en los casos de corrupción que actualmente ve la justicia. Jaime Bellolio fue el encargado, quien no desconoció la situación de la colectividad, pero que insistió en algo que los gremialistas han repetido desde que se destapó el caso Penta: Es algo generalizado.
Bellolio dice que “todos los partidos son una especie de dinosaurios ad portas de la extinción y es porque se han alejado de los ciudadanos, porque la credibilidad está en el suelo y la manera de recuperarla es teniendo un estándar más alto”.
El joven diputado intentó presidir la UDI, se le consignó como el representante de la renovación del partido, alejado de los “coroneles” de este, como Jovino Novoa o Andrés Chadwick, pero perdió frente a una heredera política de estos, la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, actualmente investigada por recibir correos con indicaciones del empresario pesquero, Luis Felipe Moncada, mientras se tramitaba la Ley de Pesca. Con este contexto, se le consultó si cree que la actual directiva gremialista significa un avance en esta búsqueda por “acercarse” a la ciudadanía, a lo que respondió: “Cualquier opinión que yo haga al respecto se va a entender como parte de la campaña de diciembre (elección interna de la UDI en 2016). Yo tuve una posición distinta pero acepto que quien ganó tiene derecho a dirigir el partido. Es evidente que tengo algunas diferencias en las líneas de acción durante las últimas semanas pero espero que la UDI pueda recuperar el sentido común de la ciudadanía”.
Un ejemplo de las líneas de acción que cita Bellolio es la visita de Van Rysselberghe al penal Punta Peuco. ¿Habría hecho lo mismo el diputado? Él dice que comparte el tema humanitario, cree que nadie merece morir en la cárcel, pero entregó un mensaje a la timonel de la UDI: “Si lo que nos interesa es el tema humanitario, no puede ser Punta Peuco el único penal que uno visite, tiene que haber muchos más, porque como es humanitario es igual para todos. Me hubiese gustado esa misma preocupación por esa mujer que dio a luz a su hijo estando engrillada (Lorenza Cayuhan)”.