La dilación del ingreso de una nueva Ley de Migraciones sumado a la salida del jefe del Departamento de Extranjería y Migración (DEM), Rodrigo Sandoval, son ejemplos para entender las dificultades que ha tenido el Gobierno para abordar esta iniciativa.
La renuncia de Sandoval se da en un momento clave. Las cifras de la migración se han elevado considerablemente, pero las condiciones para otorgarles una estadía digna no se estarían cumpliendo. En términos generales, las organizaciones de migrantes apuntan a la falta de un mecanismo más eficiente que regularice su condición.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, Rodrigo Sandoval explicó que renunció a la jefatura de extranjería porque carecía de facultades: “Los conocimientos y el trabajo aportado desde este cargo no estaban siendo útiles para las decisiones que se estaban tomando”.
Las decisiones de ingreso y salida al país de extranjeros dependen del Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de la entrega de visas, y de la Policía de Investigaciones (PDI). Se trata de una estructura donde el Departamento de Extranjería no tiene capacidad de incidir.
La ex autoridad afirmó que “este gobierno tiene una decisión tomada para enfrentar el tema en el Congreso, pero esa voluntad se ve obstaculizada por distintas miradas sobre la migración”. Sobre esto, reconoció “roces y egoísmos institucionales” que han complejizado la propuesta legislativa, donde se ha esgrimido la elevada inversión económica como uno de los factores que frenaría su avance.
Para Sandoval apelar a este punto serían solo “excusas” porque si bien se asume que regular la migración requiere un importante gasto fiscal, no se justifica la falta de pronunciamiento de las autoridades del Ministerio del Exterior.
De todas maneras, la ex autoridad afirmó que distanciándose del proyecto de ley en particular, “no se puede desconocer que durante estos últimos tres años se ha cambiado el paradigma de lo que es la gestión migratoria”.
Afirmó que el debate sobre la migración ha revelado los vicios de la política y, en esa línea, cuestionó el trámite legislativo al que se somete a las reformas relevantes para el país.
“El Gobierno ha mantenido un silencio incomprensible”
El diputado de la llamada “bancada migrante”, el PPD Ramón Farías, lamentó la salida de Sandoval por el enfoque que se había aplicado a la materia. El parlamentario solicitará una reunión con el subsecretario del Interior para conocer las fechas concretas en que el Ejecutivo pretende ingresar el trámite al Parlamento.
“Todos me dan la respuesta de que va a ser el segundo semestre, pero ya estamos en la fecha y no sabemos nada. La última respuesta que escuché, no oficial, es que hay un problema de recursos, pero quiero que me demuestren eso, porque en realidad creo que no se ha ponderado lo suficiente el tema”, comentó.
Para el diputado de la comisión de Relaciones Exteriores Jorge Tarud existe una dilación incomprensible que da una muy mala señal del Gobierno respecto de su compromiso para terminar con las condiciones críticas que enfrentan muchos inmigrantes. “El secretismo con que se ha manejado el tema me parece inconveniente”, enfatizó.
Desde el Gobierno han señalado que se promulgará una ley de migración que combine derechos y legalidad, que se estaría revisando en la Dirección de Presupuesto (Dipres), un plazo que cumple alrededor de un año en esa unidad luego que la iniciativa fuera despachada por el Departamento de Extranjería y Migración.
El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, dijo que “todas las políticas tienen un costo y ciertas medidas si están dentro de lo que se puede solventar como la nueva visa promulgada para niños migrantes”. Mencionó además que se requiere de una institucionalidad fortalecida que revise el tema y hasta ahora bajo ese criterio se ha avanzado.