Cuatro mil tubos de ensayos que en su interior tenían líquidos fluorescentes y que, juntos, formaban la siguiente frase: “Todo es ciencia”. Así amaneció la esquina de la Alameda con calle Nueva York, frente a la fachada del Club de la Unión. La intervención estuvo durante toda la jornada del martes a la vista de los peatones que transitaron por el lugar.

La idea era publicitar “Ciencia al Parque”, una actividad que se realizará entre once de la mañana y siete de la tarde el próximo viernes en el Parque O’Higgins y que tendrá como objetivo acercar el mundo de los científicos a un sector urbano, popular.

La doctora Elia Soto, directora de PAR Explora de Conicyt RM Norte –una de las organizaciones detrás de esta iniciativa–, explicó que esto es de suma importancia porque la ciencia está “hasta en los pensamientos”. “Estudia el organismo, la comunicación, la ropa que se viste, las enfermedades, los edificios, todo”, dijo.

Sin embargo, el problema es que de manera histórica se ha percibido como algo lejano, por lo que esta oportunidad serviría para “alfabetizar” a la gente en estos términos.

“Lo que queremos es que la gente entienda lo que es la ciencia y cómo está involucrada en las vidas, para que pueda opinar, para que podamos defender cosas que a veces hay que defender, que están pasando a nuestro alrededor y que como no tenemos información no sabemos que eso tiene remedio, que se puede hacer algo”, explicó.

La intervención en pleno centro de Santiago se llevó a cabo el mismo día en que la Comisión de Hacienda del Senado debatió respecto del proyecto que visualiza un futuro Ministerio de Ciencia y Tecnología en el corto plazo, algo reclamado hace años por los expertos que trabajan en esta área.

Según la doctora Soto, “tenemos científicos de excelente calidad, jóvenes que ya son doctores, de un nivel internacional, pero las autoridades todavía no les dan el apoyo que necesitan”. Y a partir de esa reflexión, la experta recalcó la importancia de desarrollar este conocimiento en Chile para aspectos tan básicos como el productivo.

“Se necesita más ciencia en el país. Necesitamos que las autoridades tomen conciencia de eso y le den los aportes financieros que se necesitan para hacer buena ciencia en Chile, y que no solamente nosotros mandemos hacia afuera todas nuestras materias primas y nos quedemos pobres de eso, y que afuera le aporten un componente científico y luego lo venden a nosotros”, expresó.

Volver a la gente

Por su parte, Mario Ponce, decano de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Católica –la organización que ejecuta la iniciativa–, reflexionó respecto de la distancia que existe de manera histórica entre el mundo de la ciencia y el mundo común y corriente. Así, afirmó que esta disciplina, durante todo el siglo XX, se preguntó cuáles eran los fundamentos de lo que estaba haciendo, generando una crisis que llevó a los matemáticos a “alejarse” de la vida cotidiana. Desde esa poca sintonía de la ciencia con la cultura general, nace la motivación por hacer esta actividad.

“Nos alejamos de la realidad y nos pusimos a ver cuáles eran nuestros fundamentos. Pero resulta que hoy día la comunidad necesita que estos científicos salgan de sus laboratorios y empiecen a resolver los problemas difíciles; cómo hacer para que el agua nos dure, cómo hacer para descontaminar el aire, cómo hacer para enfriar un poco el planeta o cómo hacer para vivir de manera más justa. Los científicos que nos creemos tan inteligentes estamos llamados a ir y responder urgentemente esas cosas”, manifestó.

“La ciencia fue muy importante para el mundo de hoy día, pero como queremos un mundo mejor, tenemos que desarrollar más ciencia. Eso le queremos mostrar a la gente”, terminó por añadir Mario Ponce.