Por su excelente trabajo de remodelación en la Viña Merum Priorati de Cataluña, es el que el arquitecto chileno Daniel Nassar, egresado de la Universidad de Chile, se adjudicó el premio Anells de la Fusta 2018, entregado por el Gremi Fusta i Moble que tiene sus orígenes en el siglo XIII y premia cada año a lo mejor de la zona.
El trabajo por el que Nassar obtuvo este reconocimiento fue encargado por Pere Ventura, quien necesitaba transformar las bodegas de su viña que estaban a medio hacer desde hace mucho tiempo. La idea era con la mínima intervención conseguir el mayor cambio posible, y para eso el arquitecto no dudó en decidir cuál sería el material indicado.
“La metáfora era estar tal cual el vino dentro de una barrica de roble. Se quiso crear un ambiente donde todo está diseñado y realizado expresamente en madera y tiene un carácter moderno acorde con los vinos que se elaboran ahí con un toque monástico que tiene que ver con el origen de la comarca, porque partió siendo promocionado por los monjes”, explicó el profesional.
El premio se entregó a esta obra “por su contribución a divulgar, dignificar y promocionar el conocimiento, uso y los oficios de la madera” y para evitar que con el tiempo el material se oxide y se vuelva oscuro, Nassar le dio un tratamiento lazur que permite prolongar el tono inicial claro y así entregar la ilusión de recién cortado.
En conversación con Radio Universidad de Chile, Daniel Nassar comentó que adjudicarse este premio lo sorprendió y a la vez lo dejó muy contento, pues el trabajo fue realizado con mucha dedicación.
“No lo esperaba porque no fui yo quien me presenté al concurso, me propusieron, no tenía ninguna expectativa y de pronto me lo anunciaron. Fue una grata sorpresa porque fue un proyecto en el que me aboqué mucho, diseñé de una manera muy minuciosa todos los detalles y el reconocimiento claro que cae bien. Me llena de orgullo y estímulos para seguir adelante”.
Daniel Nassar explicó que su forma de trabajar responde siempre a la voluntad del cliente y la necesidad que tenga cada zona en la que trabaja, por lo que para él, el arquitecto más que un creador libre debe ser un intérprete de las circunstancias.
En función de esto comentó que cada proyecto es diferente, por lo que no podría comparar el de la Viña Merum Priorati con otros que ha realizado. Sin embargo, destacó que si hay algo que le fascina es la madera como material, por lo que cada vez que puede, intenta utilizarla.
Además, señaló que para los próximos meses tiene trabajos en Cataluña y también en Chile, y que ahora su principal expectativa es seguir ahondando en la exploración de nuevos proyectos que le permitan desarrollar trabajos como el de la Viña Merum Priorati.