A pesar de la presencia de los agentes de la Patrulla Fronteriza, una veintena de integrantes de la caravana migrante que avanza hacia Estados Unidos escaló los postes de metal que hacen la función de muro divisorio entre ese país y México. Los migrantes llegaron a pie hasta la zona de Playas de Tijuana donde el cerco fronterizo se interna en las aguas del Pacífico, siempre bajo la mirada de los agentes.
Un segundo conjunto de alrededor de 400 personas se encuentra en Tijuana, tras separarse de la caravana más grande, que partió de Centro América el pasado 13 de octubre, con alrededor de cinco mil integrantes.
Para ellos, la parada en Tijuana es el final de un arduo recorrido de un mes que comenzó en la terminal de autobuses foráneos en San Pedro Sula, Honduras. En el camino se unieron personas de Guatemala y El Salvador.
Al otro lado de la frontera que conduce a San Diego, California, las autoridades estadounidenses cerraron varios carriles de tráfico en dos cruces contiguos, para que el personal militar pudiera instalar barreras de cemento y cercas de alambre de púas.
¿Cuál es el siguiente paso para los migrantes en Tijuana? Su objetivo es solicitar asilo a las autoridades estadounidenses, pese a que el presidente Donald Trump firmó una orden que impide a las personas que llegan de forma irregular solicitar el amparo.
Un primer grupo de alrededor de 80 migrantes, que llegó a esta ciudad el pasado 12 de noviembre, señaló que se inscribirán en la lista para solicitar refugio este jueves 15 de noviembre.
La mayoría de ese contingente son personas de la comunidad LGBT, que aseguran que huyen de la persecución y la agresión en sus naciones de origen.
Otras caravanas avanzan de forma dividida
Asimismo, otra parte de las cuatro caravanas iniciales que emprendieron la ruta, avanza por el estado Sinaloa, a mil 800 kilómetros de Tijuana. Muchos dicen que no pueden dar nada por sentado, tras cumplir el 13 de noviembre un mes en esta travesía.
Mientras un grupo continúa su recorrido hacia Estados Unidos, otros han desistido del llamado “sueño americano”, en medio de las amenazas del presidente Donald Trump y de las advertencias que les hacen las autoridades mexicanas sobre los peligros que correrían en su viaje. Alrededor de tres mil personas que formaban parte de las caravanas decidieron pedir refugio en México, según las autoridades de este país.