El pasado martes la ministra Romy Rutherford informó al ex comandante en jefe del Ejército, Juan Manuel Fuente-Alba, de su procesamiento como autor del delito reiterado de malversación de caudales públicos por un monto aproximado de $3.500 millones. En específico, el ex alto mando habría utilizado gastos reservados con fines personales y se habría enriquecido ilícitamente.
Este jueves se conocieron detalles del procesamiento y de cómo Juan Manuel Fuente-Alba hizo uso del dinero del Estado para mantener un nivel de vida elevado para él y su núcleo más cercano.
Según lo que se consigna en el procesamiento, la ministra Rutherford indicó que el propio ex oficial “admite haber utilizado fondos correspondientes a gastos reservados -que fueron entregados por el Ejército de Chile con el específico fin de ser usados en asuntos de inteligencia, contrainteligencia y seguridad- con un destino diferente, a razón de entre $ 700 y $ 800 millones anuales, durante cuatro años”, indica el diario La Tercera.
El reconocimiento de parte del general (r) ocurrió en las declaraciones que dio ante la ministra entre el 13 y 18 de febrero, todas en calidad de inculpado.
¿En qué utilizó Fuente-Alba el dinero destinado a la seguridad nacional? El procesamiento señala que los recursos fueron gastados en “el pago de diferentes conceptos y montos, como son la mantención completa de su vivienda familiar, lo que incluía no solo consumos básicos, sino que todos y cualquier gasto que pudiera irrogarse mensualmente, incluyendo la alimentación de su grupo, del personal y de las visitas recibidas, las celebraciones, cenas especiales, contratación de banquetería, flores, etc”.
A esto se agrega que el ex oficial reconoció que también otras personas hacían uso de los gastos reservados, como sus familiares, amigos y personas de su núcleo más cercano.
Entre otros fines que tenía el dinero fiscal, estaban algunas “mesadas” que se entregaban a ex comandantes en Jefe del Ejército, montos que iban entre los 400 y 800 mil pesos y eran entregados en sobres a los generales.
Además, se procesó a Fuente-Alba por 19 viajes al extranjero, en los que pagaba el pasaje de su esposa con dinero del Ejército. Así ocurrió hasta 2009, cuando un dictamen de Contraloría prohibió que este costo fuese asumido por la institución. Ante esa situación, el ex comandante en jefe “decidió cubrir esa necesidad o gasto con los recursos asignados a gastos reservados”, indica el procesamiento.
Frente a la situación de Juan Manuel Fuente-Alba, su defensa presentó un recurso de amparo, que según indica la Justicia Militar, primero se debe presentar a la ministra a cargo y luego a la Corte Marcial. Sus abogados buscan anular las declaraciones del ex alto mando, acusando que no pudo contar con una defensa letrada, y además solicitan la libertad del general (r).
En la primera instancia del recurso, la ministra Rutherford rechazó su libertad y señaló que por la gravedad de los delitos, Fuente- Alba es “peligro para la seguridad de la sociedad”, por lo que deberá ser la Corte Marcial la que tome la decisión final sobre el futuro del ex comandante en jefe del Ejército.