El último informe especial sobre coronavirus de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), presentado el pasado 21 de abril, estima que la pandemia provocará una contracción regional promedio de -5,3% para 2020, la peor sufrida por la región desde 1914 y 1930. Impacto acrecentado por casi siete años de bajo crecimiento, sumados a tareas pendientes como un nuevo pacto fiscal. La región deberá “repensarse a sí misma”, estimó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, quien detalló estos aspectos para Radio Francia Internacional.
RFI : En el último informe especial que usted presentó el 21 de abril, la CEPAL prevé una contracción de más del 5%, provocada por la pandemia, la más importante conocida en su historia, ¿cómo se distribuyen estas estimaciones ?
Alicia Bárcena : Sí, hablamos de una caída de una 5,3% que se reparte de la siguiente manera: la subregión que más cae es América del Sur. 5,2% en Argentina 6,5%, Bolivia 3%, Brasil 5,2%, Chile 4%, Colombia 2,6%, Ecuador 6,5%, Perú y Uruguay 4% y Paraguay 1,5%. Centroamérica un poco menos : Costa Rica 3,6%, Cuba 3,7%, Salvador 3%, Guatemala 1,3%. México es el país dentro de la subregión que más cae con 6,5%. En promedio, América Central cae 2,3%, pero con México 5,5%. Luego tenemos el Caribe, con una caída del 2,5%, economías como Antigua y Barbuda, -muy golpeadas por la caída del turismo- caen un poco más, es decir en un 6,8%. Todas caen excepto Guyana. La única economía en cero, es República Dominicana, con un mejor desempeño que el resto.
RFI : ¿Cuáles serían las principales debilidades de la región frente a esta crisis?
Alicia Bárcena: Ya veníamos con siete años de bajo crecimiento, entre 2014 y 2019 de 0,4% como promedio al inicio de la crisis, el año pasado la región solo creció 0,1%. Y una deuda pública alta, en particular algunos países, en promedio una deuda publica bruta de 44,8 %, el Caribe mucho más alta registró un 68,5%. También un espacio fiscal muy reducido, la fiscalidad siempre es un poco más baja que en el resto del mundo, el promedio es de 18,1% y de 27% en el Caribe. Es una region que depende mucho del sector externo, entonces la caída de socios comerciales como Estados Unidos, Europa y China, golpea con fuerza. La caída de los productos primarios -los commodities-, como el petróleo que ha tenido una caída histórica, los metales: el cobre para Chile. El empeoramiento de las situaciones financieras mundiales, el turismo, y en algunos países la gran dependencia de las remesas, otro tema muy importante.
La region se jugó mucho por la apertura comercial que en 2020 tiene una caída proyectada por nosotros de 14,8%. América del Sur 17,6%, México 11,7% y América Central -7,2% Y una población de 53% de personas en edad de trabajar, que lo hacen en el sector informal, -como se dice en Sudamérica en negro-, sin protección social y que en este momento son altamente vulnerables.
Estimamos que con esta caída de 5,3% habrá doce millones más de desempleados en América Latina y el Caribe, la tasa de desempleo pasa de 8,1% a 11,5%, y eso tiene graves repercusiones en el tema de la pobreza. Estimamos que habrá un aumento de casi 30 millones de personas pobres, que pasará de 186 a 214 millones, y en la pobreza extrema de 67 a 83 millones. Estamos hablando prácticamente de 15 millones más de personas en la pobreza extrema.
RFI : ¿Un comentario sobre las medidas adoptadas?
Alicia Bárcena : Hicimos un observatorio que está en nuestra página web, comparando todas medidas que están tomando los países en materia de salud, social y económica. Algunos han tomado medidas de corto plazo muy importantes para contener el virus y proteger la fuerza laboral -conocemos las medidas de restricción, prohibiciones de vuelo, educación a distancia-, 1,3 millones de niños con su programa fuera del ámbito escolar.
Un tema muy delicado, porque tenemos grandes brechas digitales, por lo tanto la teleeducación o el teletrabajo no son necesariamente inclusivos. Apoyo salarial para compensar pérdidas de ingresos, por ejemplo Chile, está poniendo 5,5% del PIB en gasto fiscal para apuntalar a los hogares más pobres y 1,2% de garantía para las empresas. Lo mismo Perú, invirtiendo un 4,7% del PIB en medidas directas y hasta 7% en garantías a empresas.
Hay un rango de acciones muy potentes que la región esta tomando, en varios países, inclusive Argentina, a pesar de las dificultades. Argentina tenía una situación algo mejor porque dispone de un sistema de salud pública con mayor cobertura y una fuerza laboral con mayores derechos que otros países. Por ejemplo tienen el seguro de desempleo, que solamente existe en algunos países. Creo que se han adoptado medidas importantes para reducir el impacto, pero lógicamente los montos son mucho menores que en los países desarrollados y lo están haciendo a partir del redireccionamiento del presupuesto público. Muy pronto eso no va a ser suficiente y tendrán que buscar financiamiento externo, ahí entra en juego la cooperación y la asistencia de las instituciones financieras, tan importante para esa región.
RFI : Usted citaba la fiscalidad, que seguramente será un arma muy importante en esta batalla por la recuperación económica. ¿No sería esta la ocasión para avanzar en esta tarea pendiente, actualizándola, incluyendo por ejemplo la economía digital ?
Alicia Bárcena : Definitivamente, nuestra región necesita con urgencia un nuevo pacto fiscal que incorpore nuevos impuestos para que, los que más tienen, paguen más, que sean mas progresivos y no necesariamente impuestos al valor agregado, que son muy regresivos. Y desde luego hay que abordar la evasión fiscal, que en América Latina es muy alta, 6,3% del PIB, ese es un tema central. También hay que abordar el tema de la renuncia fiscal, o sea los que los gobiernos renuncian a colectar por apoyar empresas, que llega a un 3,7% del PIB, y los fondo ilícitos que son las sub facturaciones de las exportaciones y sobre facturaciones de las importaciones, es decir que los precios de los productos cambian en el camino, esto perjudica mucho a nuestras economías. Se tiene que reabrir el debate de un nuevo pacto fiscal, que en el fondo es un pacto social: la sociedad tienen que acordar cómo va a financiar al estado.
RFI : En este contexto de crisis sanitaria y económica, ¿el bloqueo a Cuba y Venezuela merecería ser reexaminado ?
Alicia Bárcena : Definitivamente, yo estoy convencida de que el bloqueo y las sanciones a Cuba y a Venezuela, en este momento, no deberían estar ocurriendo desde ningún punto de vista. Y tampoco a otros países, estamos ante una emergencia sanitaria de carácter mundial muy importante, es un momento central para que la gente tenga acceso a los medicamentos, a los equipos, los insumos, los reactivos, y estas sanciones están castigando fuertemente a estos pueblos.
RFI: En una región tan desigual, la más desigual del mundo, ¿no existe el riesgo de que el costo de esta pandemia también sea asumido de forma desigual?
Alicia Bárcena : Hicimos un análisis sobre los costos de la crisis del 2008-2009, sobre todo en México, ¿que ocurrió?, bajaron los impuestos y las contribuciones de las empresas, mientras crecía la deuda del gobierno general. Muchos dicen “que se endeuden los países y que bajen los impuestos”, no porque en 2008-2009 los dividendos pagados por las empresas crecieron a un ritmo mucho mayor que las remuneraciones laborales. La riqueza por ejemplo, creció a un ritmo más que el doble del PIB en 2008- 2009 y aumentó la concentración de ingreso, la desigualdad justamente, aumentó en forma muy alarmante y se precarizaron los empleos.
Estamos hablando del caso de México, el presidente Andrés Lopez Obrador ha dicho que no quiere que pase lo que pasó en 2008. No puede ser que el gobierno central pasó del 42,5% del PIB en términos de deuda en 2009, a 68,8% en 2018. Se endeudó, los impuestos bajaron -8,8% y ¿quienes fueron los ganadores? Es el tema de fondo, el coeficiente de Gini creció 2,5 entre 2010 y 2016, tenemos que vigilar que todas estas medidas de estímulo fiscal tengan también un efecto redistributivo. Creo que lo ha que ha salido a la luz con mucha fuerza, es algo que quizás no queremos reconocer, pero debemos hacerlo con mucha fuerza, es la importancia del trabajo. El rol que juegan las y los trabajadores en la economía real, es el punto que debemos poner sobre la mesa.
RFI : La deuda, que para muchos países ya es un lastre importante, pesará aún más en el camino de la recuperación. ¿Debería ser reexaminada o incluso condonada en algunos casos ?
Alicia Bárcena : Nosotros estamos planteando varias cosas, por una parte, líneas de créditos más baratas, más ágiles y condonación, reestructuración y alivio de la deuda y/o de sus intereses. Especialmente en algunos países de ingreso medio, como el Caribe, una región altamente endeudada, muy vulnerable, incluidos a los desastres naturales.También Centroamérica -altamente endeudada- que está planteando con mucha fuerza que se aplace, al menos el servicio de la deuda durante 2020, una medida quizás temporal pero muy importante. Si no se logran acuerdos de esta naturaleza, entre deudores y acreedores, como el caso de Argentina, el Caribe o Centroamérica, va a acabar sucediendo que esa deuda no se va a poder pagar. Y van perder todos, acreedores y deudores. Tiene que lograrse un pacto para aliviar la deuda de los países altamente endeudados, y analizar la sostenibilidad de la misma.
RFI : ¿Cómo debería reinsertarse la región, en el nuevo orden mundial post pandemia, que se perfila?
Alicia Bárcena : Importante pregunta, porque creo que va a haber una nueva geografía económica, no creo que volvamos a la globalización que teníamos anteriormente. Creo que tanto empresas como países van a ir hacia una economía mas regionalizada, incluso con tres grandes polos, seguramente Europa, América del Norte y Asia Pacifico. En ese esquema, la región tiene que repensarse a sí misma, porque Sudamérica por ejemplo, depende mucho de las exportaciones a China. Hay un replanteamiento de las cadenas de valor. Insumos que empresas de nuestras regiones estaban recibiendo, como la industria automotriz en México o en Brasil, ahora estos insumos han sido difíciles, más aún los equipamientos médicos, que ha costado mucho que puedan circular hacia nuestra región.
Pensamos que la mayor resiliencia que podemos lograr, es diversificar nuestros proveedores en términos de países y de empresas, privilegiar las más cercanas, relocalizar algunos procesos productivos y potenciar a las mayores economías de la región, aquellas que tienen las capacidades para ser los motores económicos, como pueden ser Argentina, Brasil y México. También tenemos que cerrar la brecha digital, porque hay una gran tendencia a la automatización y a la digitalización. Nuestra región tiene que prepararse, poner en marcha políticas industriales que fortalezcan capacidades productivas en nuevos sectores, en sectores estratégicos, habrá que pensar, las ciudades y la ruralidad, lograr una complementariedad regional a partir de mayor integración productiva, comercial y tecnológica.