Una vez más el presidente brasileño hizo uso de su estilo provocador, esta vez para atacar a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Jair Bolsonaro, quien ha sido acusado de laxismo en su gestión de la epidemia por el coronavirus, amenazó el viernes con retirar a su país de la entidad, tal como hizo Estados Unidos hace unas semanas.

“Les adelanto en este momento: Estados Unidos se retiró de la OMS y estamos estudiando eso en el futuro”, dijo a periodistas en Brasilia. “O la OMS trabaja sin sesgo ideológico o nos vamos también. No necesitamos personas de afuera ofreciendo su opinión sobre la salud aquí”, añadió el mandatario ultraderechista.

El mandatario hizo estas declaraciones un día después de que Brasil se convirtiera en el tercer país del mundo con más muertes por coronavirus: más de 34 mil reportadas (y 645.771 infectados). Los expertos consideran, sin embargo, que los números reales son probablemente mucho más altos, ya que Brasil no hace suficientes de tests de detección de la enfermedad.

Brasil, con 210 millones de habitantes, no aplicó ninguna política contra el virus a nivel nacional y las medidas de contención decretadas por algunos estados y municipios fueron en general menos estrictas que en la mayoría de países europeos.

Tras los pasos de su homólogo estadounidense

Llamado a menudo “el Trump tropical”, Bolsonaro ha seguido un guion similar al del presidente de Estados Unidos en su manejo de la pandemia de coronavirus, minimizando su gravedad, criticando las medidas de confinamiento tomadas por autoridades estatales y promocionando los supuestos efectos benéficos de las controvertidas drogas cloroquina e hidroxicloroquina contra el Covid-19.

Trump anunció el divorcio de Estados Unidos con la OMS, acusándola de parcialidad a favor de China, con quien su administración se ha enfrentado por el origen y el manejo de la pandemia.

Bolsonaro dijo que no fue una coincidencia que días después la OMS revocara su decisión de suspender las pruebas clínicas de hidroxicloroquina para el tratamiento del Covid-19.

La OMS había suspendido los ensayos del medicamento después de que un estudio publicado en la revista médica The Lancet cuestionara su eficacia contra el nuevo coronavirus, lo que fastidió a Trump, un entusiasta de esa droga, que incluso tomó el medicamento como medida preventiva.

Más tarde, The Lancet dijo que ya no confiaba en los datos subyacentes utilizados en el estudio, lo que llevó a la OMS a reanudar los ensayos del medicamento, empleado tradicionalmente contra las enfermedades autoinmunes y la malaria.

Sin embargo, Bolsonaro atribuyó la retractación de la OMS a que la agencia de la ONU temía perder la contribución anual de más de 400 millones de dólares de Estados Unidos, su mayor financiador.