Durante la mañana de este lunes, el ex presidente de Bolivia, Evo Morales, regresó a su país tras casi un año de exilio luego de que en el país altiplánico se concretara un golpe de Estado en su contra, en noviembre del año pasado.
El líder Indígena cruzó a Bolivia desde Argentina, país que le brindó asilo político. En el cruce internacional La Quiaca, el mandatario argentino, Alberto Fernández, despidió personalmente a Morales.
“Es muy lindo estar en La Quiaca por este motivo: garantizar que Evo Morales regrese a su patria de donde nunca debió haber salido, ni ser maltratado como lo fue”, sostuvo Fernández.
Por su parte, Evo Morales, quien fue recibido por una multitud en la ciudad de Villazón, Bolivia, agradeció al “hermano” pueblo argentino por su hospitalidad.
También tuvo palabras para referirse a la situación de su país y de la región, sosteniendo que, independientemente de los gobiernos, “mientras exista el capitalismo y el imperialismo, la lucha de los pueblos continuará”.
Además se refirió a lo que él considera la razón del Golpe de Estado en su contra.
“Recuperamos nuestros recursos naturales, nacionalizamos nuestros recursos, garantizamos la soberanía del Estado. Ese ha sido nuestro delito“, afirmó.
Durante el Gobierno de Jeanine Áñez, Evo Morales fue perseguido judicialmente por supuestos delitos de terrorismo. Hoy, con la llegada de Luis Arce a la presidencia, dichas imputaciones fueron anuladas.