Miguel Kottow por eutanasia: “Tenemos que entender que la vida tiene sus límites”

El académico de la Universidad de Chile y experto en el área bioética comentó con nuestro medio el debate que se ha generado ante los avances del proyecto de eutanasia.

El académico de la Universidad de Chile y experto en el área bioética comentó con nuestro medio el debate que se ha generado ante los avances del proyecto de eutanasia.

El proyecto de eutanasia que avanza en la Cámara de Diputadas y Diputados genera diversas y controversiales opiniones. Algunas fundadas, expertas, desde la experiencia, y otras más viscerales, morales o emocionales. Todas forman un amplio debate sin fin que complejiza la visión social sobre un tema delicado pero esencial para cientos de pacientes.

El médico Miguel Kottow ha trabajado en extenso el tema, especialmente desde su experticia en la bioética.

Según expresó el académico, “en términos de la ley encuentro que el debate tiene muchas deficiencias e inconsciencias, también muchas vaguedades. En cuanto al debate público, es un desastre, realmente está tan lleno de argumentos falaces que no vale la pena ni siquiera enfrentarlos”.

El médico comentó que hoy no hay ningún motivo para que la sociedad chilena no esté preparada para esta discusión, por el contrario, es necesaria de dar y avanzar.

“Es un problema candente, es un problema que se discute en muchos países y aquí hay una inquietud importante al respecto desde hace varios años. De manera que no es cuestión de llegar a alguna madurez, sino que de discutirlo de una vez y llegar a alguna resolución legal”.

En opinión del profesor titular de la Universidad de Chile, una ley de eutanasia en el país debe contener ciertos elementos fundamentales:

“Creo que tienen que concurrir cuatro circunstancias para hacer válida una solicitud de eutanasia. La primera es tener una discapacidad corpórea severa o una enfermedad orgánica debilitante, lo psíquico no lo puedo meter acá porque es demasiado difícil de evaluar. Lo principal es la incapacidad o el sufrimiento corpóreo que no se puede paliar o no se ha logrado mitigar, o sea que ha provocado, según la condición, un sufrimiento intolerable, o como dicen los anglosajones intratables.

Tercero debe haber una voluntad expresa y reiterada del deseo de morir, eso tiene que ser para no caer en lo que dicen de eutanasias involuntarias. Y en cuarto lugar, la necesidad física de asistencia por otros”, explicó.

En este punto, Kottow indicó que la imposibilidad de cometer un suicidio, que no tiene sanción en el país, es parte de los elementos esenciales de solicitud de la eutanasia, esto no solo porque clarifica el desgaste y malestar físico en que se encuentran quienes lo solicitan – lo que los imposibilita de quitarse la vida – sino también porque entrega este derecho a otras personas, que si bien no tienen enfermedades terminales también desean acceder a este método.

“Hay muchos casos en los cuales no se quiere seguir viviendo y no se puede realizar el suicidio, así por ejemplo si alguien es un tetrapléjico, no puede cometer el suicidio, no quiere seguir viviendo porque lo pasa muy mal, no tiene dolores pero tiene una dependencia que le hace la vida imposible. No hay medidas paliativas que puedan evitar que quiere morirse y ese tipo de casos, que también valen para enfermedades neurológicas degenerativas, no está contemplado específicamente en este proyecto”, explicó.

Además, Kottow precisó que la discusión debe ser en torno a la eutanasia, y no al concepto de muerte digna, como lo plantea el proyecto de ley, dado que la muerte digna puede tener diversas visiones.

“Es digno dejar que la muerte venga en su propio ritmo dicen los anti eutanásicos y es digno poder intervenir y acelerar la muerte, como dicen lo pro eutanásicos. La palabra dignidad se usa en dos posiciones opuestas”, comentó.

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El proyecto de eutanasia se discute actualmente en la Cámara de Diputadas y Diputados.

Por otra parte, el médico reconoció no sentirse cómodo con vincular a la eutanasia con los derechos humanos, pero que sí debe ser entendido como “un derecho legalmente autorizado”.

En tanto, sobre los cuidados paliativos y si su garantía puede ser un motivo para declinar de la eutanasia como derecho, el médico aclaró que si bien estos son necesarios, en ningún caso deben interpretarse como condicionante.

“Los cuidados paliativos no son cuestión de ley, es cuestión de una técnica médica, que tiene sus limitaciones. Hay cosas que se pueden paliar y otras no, como todo tratamiento tiene que ser voluntariamente aceptado, no puedo decirle usted tiene la obligación de someterse a cuidados paliativos, con todos los problemas que eso implica (…) Si están disponibles, y ojalá lo estén, perfecto, pero si a una persona no le sirven o no tiene acceso, o no tiene la entereza moral de pasar por meses y meses de cuidados paliativos que finalmente lo van a llevar a la muerte, entonces no puede ser una condición para negar la eutanasia”, expresó.

“Nuestra tarea principal es evitar sufrimientos corporales”

Por otra parte, el médico y académico de la Universidad de Chile se refirió a la importancia de que este proceso, al igual como ocurre con el aborto en 3 causales, cuente con objeción de consciencia.

Sin embargo, Kottow expresó que esta debe utilizarse de la forma correcta, individual y no colectivamente.

“Tiene que existir como es correcto. Es individual, personal, y es algo que tiene que ser justificado, no se puede llegar y decir yo objeto, sino que uno dice yo objeto por tal y tal motivo (…) Aquí la idea de que uno simplemente dice yo objeto de consciencia y, además, arrastro a una institución es totalmente ilegitimo. La objeción de conciencia válida es un derecho que hay que aceptar, pero que tiene que ser llevado de una forma correcta como está estipulado en otras partes, y la objeción institucional no es válida en ningún lado”.

Además, Miguel Kottow comentó que si bien se puede crear la figura de un profesional idóneo que lleve adelante el proceso en vez de un médico, esto no parece necesario, pues en la comunidad médica son más los profesionales que apoyan la eutanasia que los que objetan.

Asimismo, aclaró que la labor del médico no debe asociarse con perdurar siempre la vida, sino más bien con evitar sufrimientos en los pacientes, más cuando se establece un derecho como ocurría si se legisla la eutanasia.

“Nosotros tenemos que entender que la vida tiene sus límites y estamos para paliar el sufrimiento lo más posible. Y si la única manera de paliarla en ciertos casos es acelerar la muerte, estaríamos cumplimiento con nuestra tarea. En ninguna parte dice que nuestra tarea principal es mantener la vida, nuestra tarea principal es evitar sufrimientos corporales y eventualmente psíquicos a todas las personas vivas”, concluyó el experto en bioética.





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