En un corto discurso en la Cámara de los comunes, el premier británico ha anunciado que aumentará las reservas de cabezas nucleares en un 40% o un máximo de 260 en comparación con el tope que se había fijado de 180 ojivas, hace cinco años.
Esta estrategia de defensa implica un aumento en la inversión militar de alrededor de 28.000 millones de euros que permitirá, según el gobierno, modernizar las fuerzas armadas y renovar el arsenal atómico.
El objetivo es prepararse para un posible aumento de conflictos y tensión internacional, con China vista como la mayor preocupación para la seguridad económica, mientras que Rusia es considerada la amenaza más grave para la seguridad del país.
Igualmente, la Revisión Integrada de defensa considera probable que un grupo terrorista lance un ataque exitoso con armas químicas, biológicas o nucleares antes de 2030, al igual que un posible aumento de actos terroristas contra Reino Unido, auspiciados por estados extranjeros.