Colin Powell, jefe de la diplomacia de Estados Unidos durante el gobierno de George W. Bush, héroe de guerra y primer secretario de Estado negro, murió el lunes por complicaciones del covid-19. Tenía 84 años.
“Hemos perdido a un notable y cariñoso esposo, padre, abuelo y un gran estadounidense”, dijo la familia Powell en un comunicado publicado en las redes sociales, precisando que estaba “completamente vacunado”.
Powell, general retirado de cuatro estrellas y exjefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos antes de llegar al Departamento de Estado en 2000, falleció esta mañana en el hospital Walter Reed, en la periferia de Washington, donde suelen ser atendidos los presidentes estadounidenses.
“Fue un gran servidor público”, dijo el expresidente republicano Bush en un comunicado, y destacó que era “muy respetado en el país y en el extranjero”.
El secretario de Estado estadounidense, Llyod Austin, lo calificó como “uno de los líderes más grandes”. “He perdido a un gran amigo y a un mentor”, agregó durante un viaje a Georgia.
Powell, hijo de inmigrantes jamaicanos, vio sin embargo su imagen empañada después de su discurso el 5 de febrero de 2003 ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en el que defendió la supuesta existencia de armas de destrucción masiva en Irak, que más tarde resultó ser falsa.
Sus argumentos fueron la base para justificar la invasión de ese país poco después. El propio Powell admitió que esto fue una “mancha” en su reputación.
“Es una mancha porque soy yo quien hizo esa exposición en nombre de Estados Unidos al mundo, y siempre será parte de mi historia”, dijo en 2005 en una entrevista con ABC News. “Fue doloroso. Es doloroso ahora”.
Militar condecorado
Nacido el 5 de abril de 1937 en Harlem, el periplo estadounidense de Powell, o “American Journey”, como tituló su autobiografía, comenzó en Nueva York, donde creció y obtuvo una licenciatura en geología.
Después de su graduación en junio de 1958 inició su carrera militar, en la cual fue primero enviado a Alemania y luego a Vietnam, donde estuvo en 1962-63 como uno de los miles de asesores militares del presidente John F. Kennedy, y luego nuevamente en 1968-69 para investigar la masacre de My Lai.
Fue condecorado con el Corazón Púrpura, pero también tuvo que enfrentarse críticas por su informe sobre los centenares de muertes en My Lai, que para algunos descartaba cualquier acusación de delito.
“En la guerra, este tipo de cosas horribles suceden de vez en cuando, pero aún deben deplorarse”, le dijo al entrevistador Larry King en 2004.
“Doctrina Powell”
De vuelta en Washington, rápidamente ascendió, sirviendo a Ronald Reagan como asesor de seguridad nacional, y a George H.W. Bush y Bill Clinton como jefe del Estado Mayor Conjunto de 1989 a 1993.
Las experiencias de Powell en Vietnam cuando era un joven soldado lo llevaron a desarrollar la llamada “Doctrina Powell”, que decía que si Estados Unidos debe intervenir en un conflicto extranjero, debe desplegar una fuerza abrumadora basada en objetivos políticos claros.
Para muchos estadounidenses, fue la cara pública de la Guerra del Golfo de 1991 contra Irak. Su reputación se disparó tras la guerra relámpago que expulsó a las fuerzas de Saddam Hussein de Kuwait.
Por un tiempo, incluso consideró postularse para la presidencia.
Pero después de retirarse del ejército en 1993, Powell se dedicó a trabajar por los jóvenes desfavorecidos como presidente de “America’s Promise”, un grupo de defensa de la juventud.
Durante un tiempo, esquivó las preguntas sobre su intención de ocupar un cargo público, hasta que George W. Bush le llamó para dirigir el Departamento de Estado como 65º secretario de Estado.
La guerra en Irak
“Espero que sirva de inspiración a los jóvenes afroestadounidenses”, dijo Powell en su discurso de aceptación en 2000, señalando: “No hay limitaciones para ustedes”.
Sus cuatro años en el Departamento de EStado (2001-04) estuvieron marcados por la decisión de invadir Irak en 2003.
De antemano, Powell buscó una política más prudente, buscando apoyos contra la corriente de los halcones en el gabinete de Bush mientras intentaba convencer a los aliados para que le apoyaran, todo en vano.
Apoyó la invasión hasta el final de su mandato, lo que le ha valido fuertes críticas desde entonces.
“Sabía que no tenía otra opción”, dijo Powell al diario The New York Times en julio de 2020. “¿Qué opción tenía? Es el presidente”.
Republicano progresista
Powell admitió abiertamente que sus opiniones sociales progresistas lo convertían en un extraño compañero de ruta para muchos republicanos, aunque el partido a menudo se alegraba de presentarlo como un ejemplo de su capacidad de inclusión.
“Todavía soy republicano. Y creo que el Partido Republicano me necesita más de lo que el Partido Demócrata me necesita”, declaró a MSNBC en 2014.
“Puedes ser republicano y seguir preocupándote por temas como la inmigración y mejorar nuestro sistema educativo y hacer algo sobre algunos de los problemas sociales que existen en nuestra sociedad y nuestro país”, dijo.
Pero desde 2008, respaldó a los demócratas para la presidencia: dos veces a Barack Obama, y luego a Hillary Clinton y a Joe Biden.
Powell recibió varios honores civiles, entre ellos dos veces la Medalla Presidencial de la Libertad por parte de Bush padre y Clinton.
Powell se casó en 1962 con Alma Jonhson, una audióloga hoy presidenta de la alianza American Promise, y tuvieron tres hijos: Michael, Linda y Annemarie.