“¡Qué raro! Tengo tantos deseos de hacer un trabajo nuevo y no me sale nada. En vano la guitarra, en mi mano mi lápiz se mueve sin ningún entusiasmo”.
De esa manera, en junio de 1963, Violeta Parra (1917-1967) evidenciaba aquello que desde siempre la había marcado: un ímpetu que la empujaba a explorar otros formatos creativos más allá de la música y la poesía, y que la llevaría, en abril de 1964, a exponer sus tapices, cuadros, máscaras y esculturas en alambre en el Museo de Artes Decorativas del Louvre.
Curiosa, crítica y con un imaginario arraigado en lo popular, la artista iniciaría, meses después de su debut en aquel museo parisino, una serie en papel maché que permanecería como desconocida por casi 60 años. Esto, hasta que el miércoles recién pasado el Centro de Extensión UC inauguró la muestra Violeta inédita, exposición que marca el retorno de las obras de la artista a la Universidad Católica y que comprende diez piezas en papel maché y un texto inédito.
Magdalena Amenábar, vicerrectora de Comunicaciones y Extensión Cultural, celebró este hito y manifestó que la muestra surgió luego de que la Universidad Católica y la Fundación Violeta Parra iniciaran un trabajo en conjunto para rescatar y difundir la extensa obra de la artista.
“Estamos felices de que Violeta retorne a la Universidad, porque no habíamos tenido la posibilidad de tener una exposición de ella desde el año 68, bajo la rectoría de Fernando Castillo Velasco, cuando le hicieron un homenaje póstumo”, dijo.
La autoridad académica también indicó que Violeta Parra es una artista “inmensa”, lo que se refleja en gran parte de las obras en exhibición, cuyos motivos transitan por motivos religiosos, populares e históricos. En esa línea, comentó que las piezas en papel maché dialogan, directamente, con la actualidad: “Estamos viviendo un momento en el que está pasando todo de forma simultánea. Hay momentos felices y momentos muy dramáticos y eso ella lo representa muy bien en varias obras. Es muy notable”.
“Hay algunas que están llenas de horror y otras que están llenas de felicidad. Hay una cosa muy vivencial, dramática, muy sentida, muy llena de emociones y, por otra parte, con una materialidad muy simple. Entonces, si uno hace una lectura de eso versus lo que está sucediendo hoy, hay harto que leer ahí. Hay varios símiles”, explicó.
Estas obras fueron elaboradas entre 1964 y 1965 cuando Violeta Parra vivía en su casa-taller de Ginebra. Luego de este periodo, la artista regresó a Chile y las obras quedaron abandonadas. Recién, en 1974, Isabel Parra y su hija Milena Rojas lograron recuperarlas gracias a la colaboración del fotógrafo suizo Daniel Vittet.
“En el año 74, Isabel y Ángel hacen un recital en Ginebra y cuando termina el concierto se van a los camarines. Allí había una tarjetita que decía: ‘Isabel, tengo los cuadros de Violeta’, firmado por Daniel Vittet. Él fue al taller de Violeta y rescató las obras. Se las llevó a su casa, porque quedaron solas ahí y las mantuvo desde 1965 hasta el año 1974. Ahí recuperamos las obras y las llevamos a París, donde vivíamos con mi madre”, comentó Milena Rojas, nieta de Violeta Parra y curadora de la Colección Violeta Parra en la Universidad Católica.
Según señaló Rojas, la familia apenas sabía de la existencia de estas obras que, producto del paso del tiempo y de la humedad existente en el taller de Ginebra, estaban en muy malas condiciones. “Mi mamá sabía que Violeta había trabajado algunos papeles maché, pero nada más. En ese taller de Ginebra también había esculturas en alambre y greda que se perdieron. Pero lo importante es resaltar que estas obras no estuvieron expuestas en el Museo de Artes Decorativas del Palacio del Louvre. Son posteriores”, dijo.
La curadora también explicó que las piezas abordan el último periodo creativo de Violeta Parra, develando cómo la artista estaba incursionando en otras materialidades y técnicas. Según precisó, esto es relevante, ya que las obras en exposición están construidas a partir de harina cruda, agua caliente y diarios y revistas europeas. “Ahí hay una particularidad. Estaban hechos sobre maderas y láminas prensadas y algunas figuras fueron pintadas con témperas y óleos”, detalló la curadora.
Milena Rojas también afirmó que la muestra es una oportunidad para seguir explorando la obra de la artista, sobre todo, porque hay muchos documentos que deben ser compartidos con el público. Así, precisó que esta alianza de la Fundación Violeta Parra con la Universidad Católica permitirá seguir profundizando en la obra de la artista: “No hay ninguna investigación sobre la obra visual de Violeta Parra, no hay ningún libro sobre eso y tenemos el proyecto de hacer ese libro, de hacer investigaciones para que los estudiantes y el público, en general tengan acceso a esa obra”, explicó.
“La idea es que la gente pueda entender a Violeta, que la pueda estudiar, que pueda escuchar su música, sentirla. Porque lo que la gente conoce es muy poco”, cerró la curadora.
La exposición Violeta Inédita estará abierta hasta el 27 de abril, de lunes a viernes, de 10:00 a 18:00 horas, en el Centro de Extensión UC (Alameda #390). La entrada es gratuita. Para acceder, el público sólo deberá contar con su Pase de Movilidad.