El director ejecutivo de Amnistía Internacional, Rodrigo Bustos, aseguró que la nueva Constitución no solo se hace cargo de los derechos civiles y políticos de las personas, sino también de los derechos sociales y de la noción de igualdad establecida por el derecho internacional.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, en el espacio “Qué dice el Texto”, Bustos afirmó que desde Amnistía Internacional (AI) hemos estado muy esperanzados en que se pueda aprobar este texto constitucional. Hemos estado haciendo campaña con mucha alegría porque creemos que es una oportunidad histórica para nuestros pueblos poder tener una Constitución que sea referente mundial en materia de derechos humanos”

El abogado afirmó que el enfoque de derechos humanos impregna todo el texto Constitucional y en particular, se hace cargo de muchos temas respecto de los cuales el país está al debe como de algunos derechos civiles y políticos como la prohibición de la pena de muerte, la desaparición forzada de personas, la prohibición de tortura y tratos crueles y degradantes, estableciendo varias obligaciones para el Estado.

Agregó que también, en derechos sociales, termina con la lógica de estado subsidiario, donde básicamente depende del bolsillo de cada persona si puede tener pensiones dignas, salud, educación, entre otras.

Respecto de la noción de igualdad, Bustos indicó que si bien esta noción ha evolucionado desde que se estableció hace más de 200 años, en la realidad no todas las personas disfrutan con igualdad del ejercicio de los derechos humanos. Por ello, indicó, “esta propuesta de Constitución se hace cargo de aquello, y lo que hace es reconocer la noción de igualdad sustancial que es una igualdad distinta y que busca justamente equiparar la cancha respecto de personas pertenecientes a grupos que son tradicionalmente discriminados. Por ejemplo, las personas con discapacidad; las personas adultas mayores; los niños, niñas y adolescentes; las disidencias sexuales, entre otras personas. Por lo tanto, se trata por cierto de una propuesta de nueva Constitución que se hace cargo de la noción de igualdad como está en diversas constituciones en el mundo y en el derecho internacional de los derechos humanos”.

En relación a la campaña de la derecha de posicionar el tema de la plurinacionalidad como un concepto que va en desmedro de la mayoría de los chilenos, el abogado afirmó que esa ha sido una de las falacias que se ha planteado en esta campaña electoral, “porque en el fondo lo que busca la propuesta de nueva Constitución es hacerse cargo de personas que por distinto tipo de razones no han podido ejercer su derecho en igualdad de condiciones y que han estado además, invisibilizadas en los textos constitucionales, a veces en las leyes”.

El director de AI precisó que “a nadie se le ocurre decir que, porque nombremos a las personas con discapacidad en la Constitución, estamos privilegiando. No estamos nombrando a las personas que no tienen discapacidades, estamos nombrando a aquellos que tienen discapacidades y donde se requieren ajustes razonables en las políticas públicas para que puedan ejercer en igualdad de condiciones sus derechos. Con los pueblos indígenas sucede algo similar. Por siglo, los pueblos indígenas han estado absolutamente invisibilizados de nuestras constituciones”.

Bustos afirmó que a diferencia de lo que ocurre en casi la totalidad de las constituciones de América Latina o de Canadá, Estados Unidos y Nueva Zelanda, en Chile simplemente los pueblos indígenas no existen. “Es más, en los últimos 30 años han habido muchas mociones parlamentarias, proyecto de ley del Congreso para al menos reconocerlos y todos esos proyectos de ley han sido rechazados, tal como se quiere ahora rechazar nuevamente que en esta propuesta están los pueblos originarios”, indicó.

Aclaró que “en ningún caso se trata de establecer privilegios, se trata de reconocernos en nuestras diferencias, visibilizar la existencia del pueblo indígena, de las primeras naciones como se les denomina en Canadá. Por ejemplo, establecer ciertos derechos como pueblos colectivos, que son naciones, pero que en ningún caso eso implica disgregar el Estado chileno, que sigue siendo unitario y regional. En ningún caso se trata de establecer privilegios para esos pueblos, sino más bien reconocerlos y otorgarle unos derechos como tales, pero que de ninguna forma vulneran los derechos del resto de la población”.

Escuche la entrevista completa al director de Amnistía Internacional aquí: