El verano europeo llega a su fin y varios países se preparan para enfrentan una escasez de producción energética. La reducción de las importaciones de gas ruso – sea por voluntad de Rusia o por decisión de los propios europeos de no subsidiar la guerra en Ucrania -, así como el aumento brutal de los precios de los combustibles y los problemas técnicos en varias plantas nucleares franceses ha llevado a varios países del Viejo Continente a tomar medidas concretas.
Alemania y Francia registraron precios récord de electricidad. En el caso de Alemania, los contratos de un año a futuro saltaron a 995 euros por megavatio/hora, mientras que en Francia superaron los 1.100 euros, aunque hace un año se situaban a 85 euros.
En paralelo, la compañía energética francesa Engie dijo el martes que el gigante ruso Gazprom redujo todavía más sus entregas de gas de forma inmediata debido a una discrepancia sobre los contratos.
La Primera Ministra de Francia, Elisabeth Borne advirtió este lunes a empresarios sobre los riesgos de un racionamiento de energía en este invierno boreal, y les pidió que reduzcan el consumo. Borne explicó a los ejecutivos que “si terminamos en un racionamiento, las empresas serán las más afectadas y, lamentablemente, debemos estar preparados para ello”.
Y aunque varios países europeos ya llenaron sus reservas de gas líquido casi al 100% para enfrentar el verano, el continente corre peligro de apagones y penurias si las temperaturas bajan más que lo normal en los próximos meses.
Estas son algunas de las principales medidas adoptadas por los países europeos para ahorrar energía ante el riesgo de escasez de gas este invierno.
Límites de calefacción
En Francia, la primera ministra Elisabeth Borne pidió en julio que no se encendiera el aire acondicionado con una temperatura menor a 26 ºC y que se limitara la calefacción a un máximo de 19 ºC en las oficinas.
En Alemania, también se limitará la calefacción a 19 ºC desde el 1 de septiembre en todas las administraciones públicas. En lugares donde los empleados ejercen un trabajo físico intensivo, será limitado incluso a 12 ºC.
La calefacción deberá apagarse en los pasillos y ya no habrá agua caliente en edificios públicos, incluido el Parlamento.
Finlandia, que pronto lanzará la campaña pública “Un grado menos”, quiere animar también a sus habitantes a calentar menos, tomar duchas más cortas y no calentar el garaje.
“Puerta cerrada, tienda abierta”
Siguiendo los pasos de los supermercados, miles de empresas francesas se comprometieron a cerrar las puertas exteriores si tienen el aire acondicionado o la calefacción encendidos.
En España, un decreto obliga desde el 10 de agosto a limitar a 27 °C el aire acondicionado en comercios, teatros, cines, estaciones de tren y aeropuertos. En invierno, el termostato de la calefacción no podrá superar los 19 °C.
Los locales deben instalar un mecanismo de cierre automático de sus puertas antes del 30 de septiembre.
En Alemania, la federación de comercio lanzó una campaña publicitaria para incitar a los clientes a entrar en los locales a pesar de que las puertas estén cerradas. “Puertas cerradas, tienda abierta”, reza el eslogan.
Alumbrado público y escaparates
Otras medidas apuntan al alumbrado público y a los carteles publicitarios.
En Francia, se prohibirán todas las publicidades luminosas entre la 01H00 y las 06H00. En Alemania, la prohibición es de 22H00 a 06H00.
Las autoridades de Viena renunciaron a iluminar la principal avenida de la capital austríaca en las fiestas de fin de año. También impondrán limitaciones de iluminación en los mercados de Navidad.
En España, la iluminación de los escaparates y de los edificios públicos deberá apagarse a las 22H00. En Augsburgo, en el sur de Alemania, las autoridades se plantean incluso apagar algunos semáforos.
