Un internet más democratico, centrado en los ciudadanos y una alternativa al modelo de los gigantes corporativos de Silicon Valley, eso es en lo que se pudo convertir el “Proyecto Cybersyn”, de acuerdo al investigador bieloruso, Evgeny Morozov.
Cybesyn fue una iniciativa que comenzó a desarrollarse en Chile durante los años de la Unidad Popular (UP), cuando la nacionalización de distintas empresas hizo necesario que el Gobierno de Allende contará con una forma de organizar y evitar el caos, luego un importante aumento en el tamaño del Estado.
La responsabilidad recayó en los que Morozov denomina como “Santiago Boys”, un grupo de ingenieros de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), que a su vez, se inspiraron y contaron con la ayuda del britanico Stafford Beer, el padre de la cibernética.
Cybersyn contemplaba la creación de una futurista sala de reuniones (similar al centro de operaciones de Star Trek), donde los altos cargos del Gobierno, podrían enterarse del estado de las empresas estatales, a través de información enviada por los trabajadores. Sin embargo, el golpe de Estado de 1973 evitó que esa internet primitivo llegará a implementarse.
Ahora, cuando ya han pasado más de 50 años desde los hechos, el experto en tecnología y sus implicancias políticas, Evgeny Morozov, lanzó “The Santiago Boys”: un podcast sobre Cybersyn, que comenzó a gestarse hace varios años.
“Hace nueve años escribí un artículo para The New Yorker sobre Cybersyn, un artículo pequeño, de tres mil palabras, en el que traté de conectar el mundo de Allende, el mundo de proyecto Synco, como se llamaba en español, con el mundo de hoy”, dijo Morozov.
A juicio del investigador, que cuenta con un doctorado en historia de la ciencia, “Cybersyn es un proyecto que yo considero más conocido fuera de Chile, que en Chile mismo. Hay mucha gente, sobre todo gente progresista, de izquierda, joven, que ahora ve en Cybersyn un proyecto muy interesante, que también tiene algo para enseñar sobre el mundo digital”.
La importancia del contexto
A lo largo de sus nueve capítulos, “The Santiago Boys” va mucho más allá del proyecto tecnológico de la Unidad Popular. En realidad, el podcast cuenta una historia relativamente conocida por los chilenos: el enfrentamiento entre las fuerzas que apoyaban a Allende y quienes buscaban derrocarlo.
“En el caso de Cybersyn es muy fácil decir: ‘Ok, hay un proyecto, hay un objetivo, hay una meta, hay un equipo, todo está listo para desarrollarse’, pero en realidad nunca funciona así. No hay un objetivo claro, hay mucha ambigüedad, hay fuerzas humanas que se oponen en este proyecto y que no tienen la misma idea sobre él, de sus objetivos. Entonces, pensé que el contexto geopolítico, histórico de Chile de esa época era muy importante para entender también el proyecto”.
Justamente, en esa revisión histórica, Morozov se encontró con una “simetría de tácticas”: “De Allende y de sus enemigos principales, esta empresa multinacional, que yo analizo también en el podcast, que se llamaba ITT; de la CIA y otras estructuras locales como la SOFOFA, que utilizaban métodos muy parecidos. Ellos además provenían del mundo empresarial, el mismo mundo de Stafford Beer, el asesor cibernético de Allende”.
En su investigación, Morozov también descubrió las diferencias entre el proyecto político de Allende y el de otros líderes de izquierda.
“Él quiso nacionalizar las industrias estratégicas, todo el mundo sabe esto, es como una cosa muy normal, predecible del mundo de izquierda, pero en el caso de Allende, también hubo un impulso muy interesante de reclamar la autonomía tecnológica del país. Allende habló de esto en las Naciones Unidas, en la conferencia de UNCTAD, que tuvo lugar en Santiago el 72 y con este programa enfocado en la promoción de la autonomía tecnológica, la importancia del proyecto Cybersyn crece mucho”.
En esa misma línea, Morozov planteó que Cybersyn: “Fue la alternativa que nunca llegó, fue una alternativa de un mundo, de un país, donde las empresas y las infraestructuras principales digitales y tecnológicas, pertenecían a los ciudadanos, al Gobierno, a las estructuras públicas. Hasta hoy no tenemos esta alternativa”, afirmó.
América Latina como fuente de innovación
Evgeny Morozov decidió hacer su podcast en inglés, con miras a llegar a un público anglosajón. Su idea era mostrar a América Latina desde un prisma particular, diferente al que se acostumbra.
“En los periódicos de Estados Unidos o de Europa, la región es presentada siempre por las noticias negativas. Hay golpes, hay protestas, movilizaciones, crisis políticas, asesinados. Mi objetivo, en cambio, era presentar América Latina también como una fuente de innovación, de pensamiento crítico, muy pertinente y muy actual sobre la tecnología”.
Morozov además espera que los auditores comiencen a ver al propio Gobierno de Allende como innovador: “Actualmente, cuando tenemos problemas con el Big Tech, con Silicon Valley, con empresas como ITT, donde no vemos alternativas a la gestión del mercado neoliberal, imaginar que hubo un gobierno que confrontó a una empresa tan poderosa como ITT, que hubo un proyecto quisieron utilizar los computadores para implicar a los ciudadanos en la gestión del Estado, es muy inspirador”, concluyó.