El pasado viernes 1 de septiembre, unos minutos antes de las 11 de la mañana, los invitados e invitadas se acomodaban en las escalinatas de la Biblioteca de Santiago para participar de la actividad “Lengua Materna y Mujer Indígena”. Un Llellipun marcó el inicio de esta convocatoria que se realizó en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Indígena.
Esta rogativa, diversas exposiciones, reflexiones y gastronomía fueron parte de una jornada que buscó relevar, visibilizar y valorar el rol de la mujer indígena en el rescate de la lengua materna en un contexto urbano. Esto, a través de las diferentes experiencias de las mujeres indígenas en su calidad de agentes activos y transmisoras del conocimiento ancestral.
Ése fue el objetivo de la unidad operativa territorial de la Oficina de Asuntos Indígenas de Santiago (OAIS), en conjunto con la Academia de la Lengua y Cultura Mapuche en Contexto Urbano (ALMaCU). Ximena Montecinos Antiguay, jefa de Oficina de Conadi Santiago, mencionó que “para los pueblos indígenas de Chile, y en especial, para las mujeres indígenas de este territorio la fecha del 5 de septiembre está cargada de alegorías”.
Y relevó la figura de Bartolina Sisa porque resuena en todo el continente como el símbolo de quien se levanta y lucha contra la opresión, la negación y la invisibilización. “Y desde los rincones del Abya Yala rendimos tributo a esa valentía, a su fuerza y a sus convicciones. Desde aquel oscuro pasaje de la historia del año 1782, las mujeres indígenas han buscado la fuerza para abrir y dirigir nuevas luchas” dijo Ximena Montecinos.
En la actividad la jefa de Oficina de Conadi Santiago afirmó que se reunieron para hacer un tributo a “todas esas valientes mujeres que dieron hasta su último aliento para asegurar derechos a las futuras generaciones”.
“Hoy es un buen momento para recordarlas y sus históricas acciones” agregó. Ante las asistentes, destacó “a aquéllas que han luchado por defender la lengua y la cultura, el territorio, las aguas y el medioambiente. Aquéllas que han luchado por reconocimiento, participación política y por la defensa y la recuperación de la democracia”.
Paula Huenumilla y Catalina Huenulef son integrantes de Mapuzuguletuaiñ. El Instituto Nacional de la lengua Mapuche es una organización Mapuche abocada a la promoción y enseñanza del mapuzungun en el wallmapu. Esta iniciativa, que es una experiencia de revitalización lingüística en Chile y Argentina, fue parte de las exposiciones en la actividad de la Biblioteca de Santiago.
Paula Huenumilla, fundadora del proyecto que abarca La Araucanía y Los Ríos, explicó que el primer paso fue fortalecer el mapuzungun en ellas y después como organización. “Luego de eso nos fuimos dando cuenta que empezó a aprender mucha gente, pero con el sentimiento de que faltaban los pichikeche (niños y niñas), algunos empezamos a tener hijos y nos dimos cuenta de la necesidad de retomar la transmisión intergeneracional” manifestó Paula Huenumilla.
Y reconoció las dificultades del proceso. “Asumir ese compromiso igual es difícil…aun en Temuco porque si quieres criar en mapuzungun no están los espacios y se te viene el castellano por todos lados”.
Luego de su participación, la kimelfe (educadora) Catalina Huenulef valoró la posibilidad de encontrarse y escuchar diversos proyectos que tienen un objetivo común. “Me pareció interesante, cada trabajo que se está haciendo por la revitalización de las lenguas es relevante para generar redes, para apoyarse mutuamente, ir aprendiendo lo que funciona y cuáles no…”.
Siempre están siguiendo el proceso de revitalización otras lenguas, relató Huenumilla. “Con los otros pueblos de Latinoamérica, del Abya Yala o de otros territorios incluso cuando hacemos el diagnóstico de por qué las lenguas están en esta situación siempre hay cosas en común” reflexionó la fundadora de Mapuzuguletuaiñ.
“Encontramos aliados en otros territorios…y resulta inspirador. No te sientes tan sola en tu trabajo, sino que te das cuenta que hay otras personas interesadas en lo mismo y están teniendo resultados” concluyó.
Experiencias desde Canadá y Guatemala
Janice Brand es de la nación Mohawk y monitora PLAR (evaluación previa de aprendizaje y reconocimiento) del Internacional Indigenous Collective. Desde Belleville (Ontario, Canadá), se refirió al rol de las mujeres indígenas: “son un catalizador de la lengua y la cultura que se transmite de generación en generación”.
El colectivo trabaja alrededor de todo el mundo con comunidades y organizaciones indígenas considerando diversos objetivos.
“Lo que tratamos de hacer son actividades que reconecten a las comunidades con la cultura y el idioma. Sobre todo, en los momentos que hubo una política del gobierno que trató de erradicar las lenguas indígenas donde religiosos canadienses llevaban a los niños a las escuelas y, a veces, pasaban casi todo el año sin estar con sus familias. Se les castigaba cuando hablaban la lengua de su tribu, que son varias en este territorio” dijo Janice Brand en una transmisión telemática.
“Una pregunta que nos inspira: ¿Qué tan lejos puede llegar una joven pionera?” Así lo comentó en su presentación Martha Lidia Oxi, de Maia Impact y originaria del pueblo maya.
Y confirmó el foco que tiene este proyecto: “empoderar a las jóvenes indígenas para que lideren un cambio transformador en sus comunidades”. Y mencionó algunos datos de Guatemala: solo el 20 por ciento de las niñas indígenas se gradúan de la escuela secundaria y menos del 2 por ciento continúa en la universidad.
“Definimos cuatro metas: autonomía económica, la familia que ella elige, aprendizaje continuo y su potencial de liderazgo… Pensamos que si ellas tienen las herramientas básicas y las habilidades fortalecidas ellas van a seguir expandiendo su deseo de apoyar a su comunidad” comentó Martha contando que ellas hablan el idioma kaqchikel.
Jerónima Salugui, profesora y parte de la iniciativa Maia Impact, comentó otra interrogante que se presenta desde las estudiantes: ¿Por qué conservamos el idioma? Su respuesta: “Que ellas no pierdan la cultura de comunicarse con sus familias, como con los abuelos y las abuelas, porque no dominan el español. Por eso estamos reencantando a las jóvenes”.
FOTOS: Joaquín Cortes, Idea Origen