Continúan los cuestionamientos sobre el Gobierno por los encuentros que seis ministros sostuvieron con empresarios en la casa del lobbista Pablo Zalaquett. La semana pasada, el Presidente de la República, Gabriel Boric, realizó un llamado personal a cada uno de los secretarios de Estado, instando a reevaluar el registro en la plataforma del Lobby.
Del total de los involucrados, solo la titular de Interior, Carolina Tohá, se ha negado a ingresar el encuentro por la Ley de Lobby, justificando que la cita no cumple ningún requisito para ser informada. Esta posición, a juicio del analista político y académico de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, “prolonga todavía más un problema al interior del Gobierno”.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el docente si bien planteó que en su calidad de jefa de gabinete “pueda tener la razón, quizás hubiese sido más simple decir ‘fui a la reunión y divulgué la política de seguridad’ ¿Es o no una actividad de lobby? Eso es una discusión, pero me parece que lo hubiera zanjado de manera más rápida“.
Para Duval, las declaraciones contradictorias entre ministros también “develan un problema de coordinación política del gabinete, el que parece no tener una adecuada estructura interna que permita resolver estos problemas con mayor agilidad y en sentido de conjunto”.
“Los ministros no han sido en general muy claros en sus declaraciones, incluso, algunos tratando de sugerir que tienen cierta amnesia para recordar con quienes se juntaron”, afirmó.
Como forma de dar salida a la crisis, Duval consideró que los ministros debieran acatar la decisión del Presidente Boric y “reconocer que hubo un error y que se está enmendando“. “Me parece que esa actitud es la que no se ha visto, sino que sigue habiendo pequeños conflictos y dificultades internas por incoherencias e inconsistencias en las declaraciones”, sostuvo.
Además, el académico remarcó que este episodio todavía puede seguir afectando al Gobierno porque “la ministra (Jeannette) Jara estuvo en reuniones con dirigentes de las AFP y hoy día vemos que se modificó la acción del Gobierno. Entonces, uno podría incluso insertar una duda si eso fue producto de eso o de otras circunstancias”.
Otra arista que complica al Gobierno y al oficialismo es la revelación de que la dirigente y expresidenta del PPD, Natalia Piergentili, recibió remuneraciones del lobbista Pablo Zalaquett por asesorías a empresarios. Pese a que la actual segunda vicepresidenta de la colectividad aseguró que sus labores se desempeñaron cuando ya no presidía el partido, las críticas no han cesado.
Sobre esto último, Duval indicó que “hay un punto muy débil de la defensa de Natalia, ella puede trabajar en el mundo privado en lo que estime conveniente. Si quiere transformarse en asesora de una empresa de lobby, eso es legítimo y es parte de una actividad propia”.
“Pero distinto es cuando tienes un cargo de relevancia en un partido político. Yo creo que ahí hay una cuestión donde sí podría haber un choque de ciertos intereses. Me parece inadecuado que los dirigentes de las directivas de los partidos políticos sean al mismo tiempo contratados por empresas”, declaró.