“No basta sólo con el derecho a ser escuchados”, dijo el Presidente Gabriel Boric este jueves en el lanzamiento de la Política Nacional de Niñez y Adolescencia en el Congreso Nacional, que fue diseñada con la participación de niños, niñas y adolescentes. 

Esta estrategia traza la ruta hasta 2032 para que intersectorialmente se dé prioridad al bienestar integral de las infancias, reconociendo su desarrollo en todos los aspectos de su vida, además de su participación en las decisiones que los afectan.

Esto, en el marco del cumplimiento de la Ley 21.430 sobre garantías y protección integral de los derechos de la niñez y adolescencia. 

En ese sentido, el Mandatario afirmó que: “Esta es un política integral, tiene metas, indicadores y objetivos muy concretos. Que viene a saldar una deuda por la infancia y la adolescencia, pero insisto, no se contenten con ello, acá piensen ustedes dónde van a estar al 2032 y les aseguro que el tiempo pasa rápido”.

El Presidente Gabriel Boric encabeza el Lanzamiento de la Política Nacional de la Niñez y Adolescencia y su Plan de Acción 2024 – 2032. Foto: Marcelo Hernandez/Aton Chile.

“Cuando miren hacia atrás y recuerden ese 2023 y 2024, cuando eran jóvenes y construyeron esta política, siéntanse orgullosos de hasta dónde hemos llegado. No acepten nunca que les digan qué es propio de la juventud ser idealistas, pero que eso se pasa con el tiempo, porque el idealismo que ustedes han llevado a la acción haciendo esta política se puede mantener, porque las convicciones no tienen edad“, sostuvo el Jefe de Estado refiriéndose a los niños y jóvenes que participaron en la construcción de la estrategia.

A su vez, la ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro, aseguró que “este es un mandato que nos da la Ley de Garantía de la Niñez y significa un cambio de paradigma en la manera en que estamos hablando de la protección de la niñez. Un cambio que nos interpela, no sólo a todas las instituciones del Estado, sino que a toda la sociedad”.

“Es importante reconocer que a pesar de todos estos avances, que es importante tenerlos en cuenta, los problemas y los desafíos que enfrentan los niños, niñas y adolescentes, siguen siendo numerosos y muy complejos de abordar. Para enfrentarlos, esta política y plan de acción tienen una virtud que quiero destacar, que es que se ha escuchado a niños, niñas y adolescentes de todo el país“, destacó la secretaria de Estado. 

Por su parte, la presidenta del Consejo Consultivo de Niñez y Adolescencia, Antonia Romero, dijo que en política “la palabra progreso no tiene sentido si hay niños infelices”.

Presidenta del Consejo Consultivo de Niñez y Adolescencia, Antonia Romero. Foto: Agencia Aton.

De esta forma, abordó rol que cumplió la organización que ella lidera a sus 16 años: “No fue un proceso fácil, ni mucho menos rápido, pero si fue dinámico y ampliamente participativo, donde estaba abierta para la opinión de todos los niños, niñas y adolescentes ávidos por expresarse libremente, donde se dio la oportunidad para que cada uno de nosotros pudiera participar y aportar en una política que finalmente es para nosotros. Por eso, consideramos a la política como algo esencial para garantizar y velar por los derechos de los niños, niñas y adolescentes“.

“Los 32 consejeros colaboradores a lo largo de sus regiones participaron en la difusión de la política, a través de los diferentes mecanismos que hay para poder incidir dentro de ella, en general, también se masificó a través del formulario de la pagina La fuerza de tus derechos, donde participaron más de seis mil jóvenes, además de los encuentros que se hicieron y sobre todo de la sesión que tuvimos a principios de año, con todo el consejo para revisar ciertos puntos de la política y para conocerla, porque sabemos que nosotros no podemos amar algo si no lo conocemos”, explicó.

Cabe mencionar que es la primera vez que la Política Nacional de Niñez y Adolescencia cuenta con un marco legal que compromete a todos los sectores involucrados en su cumplimiento. Además, su plan de acción establece metas concordadas con los actores involucrados de corto, mediano y largo plazo, con un sistema de monitoreo y evaluación que permita darle seguimiento y rendición de cuentas.

Tanto la estrategia como su hoja de ruta tendrán una duración de 9 años, un monitoreo anual y una evaluación cada tres años, a cargo de la Subsecretaría de la Niñez.