Fue el 28 de julio de 2024 cuando Edmundo González, abanderado de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), se midió en los comicios presidenciales en contra del actual mandatario venezolano, Nicolás Maduro, quien representó al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Un día después de la elección, y ante los reclamos por la demora en la entrega de los resultados, el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, anunció que Nicolás Maduro había ganado las elecciones presidenciales del país.
Según el CNE, órgano en poder del Chavismo, Maduro habría obtenido 5,1 millones de votos, tras el 80 por ciento del escrutinio. Por su parte, el candidato opositor, Edmundo González, ha quedado en segundo lugar con el 44 por ciento de los votos (4,4 millones de votos).
Sin embargo, la oposición venezolana rechazó lo declarado por el CNE y aseguraron haber reunido más del 85% de las actas electorales que, según lo recabado por el PUD, daban como ganador a Edmundo González Urrutia en las presidenciales.
Finalmente, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, del cual se duda de su imparcialidad, certificó de “forma inobjetable el material electoral peritado y convalida esta sala los resultados de la elección presidencial del 28 de julio del 2024, emitidos por el Consejo Nacional Electoral, donde resultó electo el ciudadano Nicolás Maduro Moros como presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el período constitucional 2025-2031”, según una sentencia que leyó Caryslia Rodríguez, presidenta de la corte.
Bajo este escenario, es que este 10 de enero se llevará a cabo la posesión presidencial. En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el excanciller, abogado y académico de la Universidad Central, Edgardo Riveros, señaló que lo proclamado por las autoridades electorales venezolanas “no tienen los elementos de comprobación de legitimidad”.
Para el excanciller, la institucionalidad venezolana, en diversos ámbitos, y específicamente la que tiene que ver con el control de los procesos electorales, “está capturada por el gobierno de Maduro”.
En esa línea, explicó que al no ser entregadas las actas que verifican la elección, el proceso no tiene legitimidad alguna. “Por el contrario, sí lo ha hecho y, en un volumen bastante considerable la oposición, que entre las cosas que logró estructurar en ese proceso electoral fue la de tener acceso y posibilidades de verificar la elección”.
El viaje de Edmundo González por América Latina y el aislamiento de Maduro
El 8 de septiembre, y tras pedir asilo político en España por temor a su integridad física, Edmundo González buscó el apoyo de la comunidad internacional. Ahora, a pocos días de la posesión presidencial, está desarrollando una gira por América Latina y visitará Estados Unidos, donde se reunirá con el mandatario estadounidense Joe Biden.
Riveros explicó que lo que está haciendo Edmundo González con su gira es posicionarse, demostrar que está políticamente activo y defender, según su juicio, el resultado de las elecciones donde él se percibe como ganador. Además, “busca generar un cuadro de deslizamiento de deslegitimidad de lo que puede hacer en la asunción de Maduro este 10 de enero próximo”.
“Esos dos elementos que están allí situados son objetivos planteados por Edmundo González y por la oposición venezolana, teniendo también presente un hecho: la diáspora venezolana es numerosa en el mundo y particularmente en algunos países. Eso ha quedado reflejado con la presencia bastante numerosa y en algunos casos multitudinaria de venezolanos que apoyan la gestión que está realizando González”, puntualizó el excanciller.
Dentro de los países que incluyen la gira de Edmundo González se encuentran Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Panamá y República Dominicana.
En suelo argentino, González se refirió a el por qué su gira no incluyó Chile. “Hemos tomado contacto con sus colaboradores en procura de una reunión, pero él está fuera de Santiago, en una misión, y no es fácil acordar una reunión en un espacio tan corto de tiempo”.
Fue precisamente en el país trasandino donde González confirmó que asumirá como presidente de Venezuela este 10 de enero. “Yo no voy a revelar más de lo que ya he dicho: que mi intención es ir a Venezuela simplemente a tomar posesión del mandato que me dieron los venezolanos al elegirme con más de 7 millones de votos”.
Por su parte, Nicolás Maduro, a través de su canal de Telegram, señaló: “¡El 10 es la cosa! Ya saben. Nos vemos en las calles, en la esquina, en el barrio, en perfecta fusión popular – militar – policial“.
Asimismo, el líder chavista enfatizó que “el 10 juramos por Venezuela, por su futuro. El 10 juramos por la paz, por la vida, por la independencia y la soberanía, contra el intervencionismo extranjero imperialista y de la derecha extremista fascista, por el derecho de nosotros a ser lo que somos y a ser lo que vamos a ser”.
Mientras González busca el apoyo de jefes de Estado en la región, los mandatarios aliados que, hasta antes de la elección de julio se habían mostrado incondicionales a Maduro, no asistirán a la toma de posesión: Colombia, México y Brasil enviarán a representantes oficiales. No obstante, cuenta con importante socios en otros continentes.
En conversación con nuestro medio, el doctor en Ciencia Política y académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Miguel Ángel López, sostuvo que “hay que pensar que América Latina en sí no es un grupo de países unificado con posiciones similares. Entonces lo más importante, internacionalmente, ha sido precisamente la gira que ha hecho Edmundo González”.
Sin embargo, el académico precisó que el impacto que tendrá la gira de González es más bien “simbólico”.
López explicó que si bien sus principales aliados en la región le han quitado “un poco el apoyo”, el gran espaldarazo a Venezuela viene de países como China, Rusia, Irán, Cuba y Nicaragua, entre otros. Y “como la economía venezolana ha mejorado en los últimos meses, sobre todo en el último año, se ha fortalecido un poco”.
Una jornada que podría ser crítica
María Corina Machado, líder de la oposición, convocó el pasado 1 de enero a una movilización de cara a la posesión presidencial. “Venezuela entera se encontrará en la calle, abrazándonos en un rito hermoso y poderoso de libertad, en toda Venezuela, pueblos y ciudades y en todas las ciudades del mundo donde hay un venezolano. Al mismo tiempo gritaremos el Gloria al bravo pueblo”, dijo Machado en un video publicado en X.
GLORIA AL BRAVO PUEBLO!!
Mi mensaje para este año 2025 para ti, venezolano.
La hora ha llegado. Por nuestros hijos, por nuestra amada tierra, por nuestra Libertad.
Depende de ti, de mí, de todos.
Tú tienes que estar ahí. Yo estaré contigo.GLORIA AL BRAVO PUEBLO!! pic.twitter.com/2PzVs1oFW3
— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) January 1, 2025
La respuesta por parte de Nicolás Maduro no se hizo esperar. “Ahora quieren que el 10 de enero sea una toma de posesión mundial, buscando desestabilizar nuestra democracia, tratar de llevar a Venezuela al caos, la violencia y hacer un llamado a una intervención militar extranjera“.
“Todas las personas asesinadas en los hechos violentos del brote fascista del 29 y 30 de julio, todas fueron víctimas de estos grupos llamados los comanditos, de estos grupos de delincuentes pagos, de estos grupos que salieron a las calles a quemar, a romper”, afirmó Maduro en entrevista con Telesur.
Según el mandatario, los grupos opositores querían provocar una “gran conmoción” para darles una justificación a los estadounidenses y a “sus aliados de la derecha para tratar de meter fuerza militar en Venezuela y convertir a Venezuela en un área de combate, de conflicto“.
Frente al llamado de Machado, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha puesto en marcha un plan de seguridad donde más de mil 200 efectivos militares se desplegarán en la ciudad de Caracas. Pero esa no ha sido la única acción que ha realizado el gobierno venezolano; el pasado 3 de enero, anunció una recompensa de US$100.000 por información que permita la captura de Edmundo González.
Respecto al anunció de González de viajar para asumir la presidencia, Miguel Ángel López explicó que hay que ver si es que realmente ocurre. De hacerlo, sería detenido, pero si no va “sería una casi un reconocimiento tácito en favor de Maduro”.
“Lo más probable es que lo haga, que viaje. Él tendría que sacrificarse y ahí esperar la movilización social. Pero en todo caso es muy complejo. Ahora, cuando faltan todavía algunos días para el 10 de enero, es complicado poder vaticinar eso, pero lo más probable es que si es que Edmundo González viaja, sea detenido. Corina Machado está en la clandestinidad, dentro de Venezuela, si intentan detenerla, cualquier cosa de ese estilo, la violencia va a ser grande”, complementó.
Precisamente es la violencia la mayor preocupación para el doctor en Ciencia Política para la jornada del 10 de enero en Venezuela: “Gran parte de los expertos internacionales tienen miedo que vaya a haber una violencia desatada y aparentemente con esta militarización de Caracas de mil 200 Fuerzas Armadas en las calles, puede que esto ocurra. Entonces, ese es el gran temor”.
Finalmente, Riveros explicó que Maduro busca posicionarse a través de la fuerza y el control del aparato militar, lo que hace esperar una agudización represiva del régimen para, por esa vía, “consolidar la noción de que él controla el poder interno, independiente de cómo la población se ve afectada por ello. Y por supuesto que también este elemento de control puede significar que la población venezolana no está en condiciones de reaccionar frente a la acción de posicionamiento en el poder”.