El ex secretario de Estado, quien encabezó las negociaciones por este tratado en el segundo gobierno de Michelle Bachelet, calificó de decepcionante la postura que ha tomado el Ejecutivo en este tema y señaló que los argumentos que se entregan respecto al peligro para la soberanía “son realmente inverosímiles”.
El Acuerdo de Escazú es el primer acuerdo ambiental de América Latina y el Caribe y el único en el mundo en contener disposiciones específicas para los defensores ambiental. Según la titular de Medio Ambiente, Chile no necesita suscribirlo pues “ ya en su legislación ambiental incorporado todos estos temas a diferencia de los otros países de AL y el Caribe”.
La relación con nuestro vecino altiplánico, el uso que históricamente le ha dado a los tribunales internacionales y el ya repetido argumento de “la pérdida de soberanía” han hecho que el Ejecutivo se incline por no firmar un tratado que muchos consideran como el más importante de la región en materia ambiental.
Son más de 150 organizaciones las que han unido esfuerzos para pedirle al presidente Sebastián Piñera que firme el primer tratado que vincula la defensa del medio ambiente con la de los derechos humanos en la venidera Asamblea General de las Naciones Unidas, la que se celebrará el próximo 26 de septiembre en Nueva York y que contará con una ceremonia especial para firmar el acuerdo.
Poco se ha conocido del Acuerdo de Escazú, que establecerá un piso respecto de las relaciones entre comunidades y proyectos de inversión, además de la defensa de las personas que cuidan el medio ambiente. No se conoce, en parte, por las distintas agendas que ha impulsado el Ejecutivo, y que tienen que ver más con el crecimiento económico.