A 15 años de la detención el Londres de Augusto Pinochet, por una orden de captura solicitada por la audiencia nacional de España, abogados y organizaciones de Derechos Humanos destacan el aporte que dicho proceso implicó para la justicia universal. Sin embargo, la decisión del gobierno de Eduardo Frei de traerlo de vuelta a nuestro país genera profundo desacuerdo.
Este miércoles 16 de octubre se cumplen 15 años desde que Augusto Pinochet, gobernante de facto (1973-1990) fue arrestado en Londres por crímenes de lesa humanidad, luego de la denuncia realizada por el juez español Baltasar Garzón, hecho que tuvo trascendental papel el ex ministro del Interior británico, Jack Straw.
Un plebiscito realizado en junio de 1989, a solo ocho meses del triunfo del “No”, asentó una serie de reformas constitucionales en las que la Concertación cedió la posibilidad de tener mayoría en el Parlamento y aprobar una serie de leyes que democratizarían efectivamente al país. Para el sociólogo Felipe Portales, esto se explicaría por la concordancia ideológica de la Concertación con el modelo económico de la derecha, algo que se sostiene hasta el día de hoy.
Durante la manifestación que fue convocada bajo el lema “Colonia Dignidad – No a la Impunidad” se leyeron discursos en español y alemán. El ex-prisionero político Erick Zott, que fue torturado en Colonia Dignidad en 1975 criticó la lentitud de la justicia chilena y alemana.
Además, se pide que se adopten medidas para garantizar justicia, verdad y reparación a las víctimas, muchas de las cuales aún siguen desaparecidas cuatro décadas después del golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende.
El Barómetro CERC dio a conocer los resultados de la encuesta “A Cuarenta años del Golpe” que refleja la creciente negativa percepción de la ciudadanía sobre la dictadura militar, sus protagonistas y sus consecuencias. No se consideraron indicadores sobre verdad y justicia, lo que a cuatro décadas del quiebre institucional todavía genera acciones reivindicativas. Este martes la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos se tomó las dependencias del Programa de DDHH del ministerio del Interior.
“Martes Once. La primera resistencia”, del periodista Ignacio Vidaurrázaga, recoge las historias de los grupos y personas que el 11 de septiembre de 1973 intentaron hacer frente a la acción de las Fuerzas Armadas.
Impacto en la opinión pública causaron las declaraciones a una agencia alemana de la ex directora del Instituto de Salud Pública (ISP), Ingrid Heitmann, quien aseguró que la dictadura de Augusto Pinochet disponía de armas químicas suficientes para “matar a la mitad de Santiago”. En la entrevista, la microbióloga asegura haber ordenado incinerar dos cajas llenas de ampollas con toxina botulínica, lo que provocó la molestia de familiares de víctimas de la represión.
La ex directora del organismo público, Ingrid Heitmann, afirmó que el gobierno de facto de Augusto Pinochet (1973-1990) tuvo a su disposición toxinas botulínicas que tienen la capacidad para eliminar a miles de personas y agregó que “La Policía de Investigaciones fue muchas veces al ISP, pero no las encontró”, ya que se encontraban en el subterráneo de la entidad.
Después de 9 años y sin procesar a ningún familiar del ex dictador, Augusto Pinochet, el ministro en visita Manuel Valderrama decretó el cierre de sumario en el caso de enriquecimiento ilícito del ex gobernante de facto, conocido como “Caso Banco Riggs”. Los abogados querellantes, denunciaron desidia para investigar por parte del último magistrado, así como del Consejo de Defensa del Estado, y estudian apelar.
El libro del periodista Juan Cristóbal Peña retrata las bibliotecas creadas por el dictador, sus vínculos con escritores, editores y libreros y sus intentos por desarrollar una carrera como académico. Será lanzado oficialmente este jueves en el Café Literario del Parque Bustamante.
Una nueva e importante revelación realizó WikiLeaks, respecto de la diplomacia de Estados Unidos. En esta oportunidad el Vaticano expresa su respaldo al golpe militar en Chile. En un cable de octubre de 1973, el secretario de Estado Vaticano sustituto, Giovanni Benelli, señalaba a EE.UU. “su grave preocupación, y la del Papa Pablo VI, sobre la exitosa campaña internacional izquierdista para falsear las realidades de la situación chilena”.
