Los últimos combatientes de Azovstal, en Mariúpol, finalizaron su resistencia de semanas, entregándose a las tropas rusas entre el 16 y el 20 de mayo. Ahora podrían ser juzgados por un tribunal que se planea crear en la República Popular de Donetsk.
El ministro de Defensa ruso señaló que quedan unos 2 mil integrantes del Batallón Azov junto a mercenarios extranjeros en la red de túneles del complejo siderúrgico de Azovstal. Putin ordenó sellar la zona e impedir la salida de los uniformados.
Moscú insistió en que el hecho es una provocación de grupos neonazis que integran el ejército ucraniano. Zelensky en tanto, indicó que seguirán las conversaciones, aunque no abordarán la desnazificación y la desmilitarización de Ucrania.
Civiles evacuados de la ciudad portuaria denunciaron haber sido utilizados como escudos humanos por el denominado Batallón Azov. El Ministerio de Defensa ruso declaró haber utilizados más armas de precisión contra objetivos ucranianos, entre los que se contaba un centro de entrenamiento de mercenarios en el noreste del país.