Los democratacristianos Andrés Zaldívar y Genaro Arriagada criticaron la incidencia de los movimientos sociales en la renuncia de la subsecretaria de educación, Claudia Peirano. Para la presidenta de la FECH, Melissa Sepúlveda, “la política debe ser un ejercicio compartido con la ciudadanía”, mientras que representantes de la Nueva Mayoría reconocieron el rol histórico de los movimientos sociales, aunque recalcando que “las decisiones se toman en el mundo de la política”.
El presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, asumió una “desprolijidad” en los nombramientos de la recién renunciada subsecretaria de educación y distintas otras personalidades del nuevo gobierno. Desde fuera de la Nueva Mayoría, para Evópoli “primaron los prejuicios”, mientras que el PRO condicionó su apoyo al cumplimiento de la agenda de transformaciones.
Valentina Quiroga, fundadora del área de política educativa de Educación 2020, asumirá como nueva subsecretaria de educación luego de la renuncia de Claudia Peirano, quien fuera fuertemente cuestionada por haberse manifestado en contra de la gratuidad. Los dirigentes estudiantiles continúan atentos a las señales del próximo gobierno, sin personalizar el conflicto en un subsecretario.
Las críticas por su postura en relación a la educación gratuita culminan en la renuncia de Claudia Peirano, quien asumiría en la subsecretaría de Educación. A una semana del nombramiento del gabinete, declaró que las críticas a su biografía obstaculizan la gran reforma a la educación que debe enfrentar el gobierno de Michelle Bachelet.
La Confech emplazó a la próxima subsecretaria de educación, Claudia Peirano, a pronunciarse respecto de su posición sobre la gratuidad en la educación. Mientras los funcionarios del Mineduc solicitan su salida del gabinete, desde la mesa de la Democracia Cristiana le entregan su total respaldo.
Diversos sectores de la Educación piden la renuncia de la designada subsecretaria del ramo, Claudia Peirano, por conflictos de interés. Desde el comando defienden el nombramiento y afirman que todos los que trabajen para la nueva presidenta, Michelle Bachelet, cumplirán con el programa. Este conflicto instala las tensiones antes incluso de que asuma el nuevo Gobierno, cuando ya se adelantan movilizaciones.