La conclusión es única y contundente: la pandemia ha profundizado aún más las diferencias de género. En Chile, la fuerza laboral femenina se redujo a un 41 por ciento, mientras que las horas de trabajo no remunerado aumentaron. Desde Fundación SOL, Andrea Sato, y desde ONU Mujeres, María Inés Salamanca, analizan este año de emergencia sanitaria y ponen el acento en la crisis de los cuidados.
Antes de la pandemia, un estudio de la Comisión Nacional de Productividad calculó que si 900 mil mujeres ingresan al mercado laboral, el Producto Interno Bruto chileno crecería en 6 puntos. Congresistas y expertas en políticas de género enfatizan en la necesidad de plantear una política pública de reconstrucción con enfoque de género pues no es posible que en la reactivación se deje atrás a más del 50% de la población.
“La reactivación debe necesita tener mirada de mujer”, dijo la directora del Centro de Microdatos sobre el impacto de la pandemia en el trabajo femenino.