Sin un acuerdo rápido que permita aumentar el límite de endeudamiento, el gobierno de Estados Unidos no podrá cumplir sus obligaciones, alertó la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, con el riesgo de un inédito default.
Las negociaciones que llevaron a un nuevo pacto con los bonistas produjeron un rápido efecto en las acciones que el país trasandino negocia en la Bolsa de Nueva York.
La deuda externa es pagada por los trabajadores y la ciudadanía por distintas vías: sus ahorros previsionales, los impuestos y la venta de títulos soberanos en el mercado especulativo global.
Estados Unidos ha evitado in extremis entrar en suspensión de pagos. A poco más de hora y media de que se cumpliera la fecha límite para que el Tesoro no pudiera pedir dinero prestado para pagar sus facturas, la Cámara de Representantes ha votado (285, a favor y 144, en contra) a favor del proyecto de Ley para elevar el límite de la deuda y reabrir la Administración.
Los líderes demócrata y republicano del Senado, Harry Reid y Mitch McConnell, anunciaron el plan para elevar el límite de endeudamiento estadounidense y reabrir un Gobierno parcialmente cerrado en la sala del Senado, donde se espera una pronta aprobación.
Demócratas y republicanos siguen negociando con la espada de Damocles sobre el cuello: una posible cesación de pagos a partir de este 17 de octubre, cuando se cumple la fecha límite par llegar a un acuerdo sobre una ley de presupuesto que permita aumentar el límite de endeudamiento de Estados Unidos.
Estados Unidos inicia este 15 de octubre su tercera semana de cierre de los servicios administrativos (‘shutdown’) en un clima de relativo optimismo sobre una posible solución a la disputra entre demócratas y republicanos en torno al presupuesto. El plazo para evitar la cesación de pagos (‘default’) se está agotando.
La historia de los Estados Unidos cuenta con 18 ocasiones en las que los legisladores no han podido ponerse de acuerdo a tiempo sobre los temas presupuestales. En todos los casos se produjo un cierre de la administración pública. El último tuvo lugar durante la presidencia de Bill Clinton en 1995 y duró 21 días.