El espectáculo “Lo que no dije / los huesos de los muertos”, de la compañía El Círculo, abre este martes la novena edición del evento, que se desarrollará hasta el viernes 10 de marzo en el Teatro Municipal de Ancud.
El 10 de diciembre de 1945 Gabriela Mistral recibió de manos del Rey Gustavo V de Suecia el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose así la primera figura latinoamericana en recibir el galardón y la quinta mujer en la historia. Conseguir este reconocimiento no fue una empresa fácil. Al menos siete años de esfuerzos, una guerra mundial de por medio y la renuencia de Mistral a participar de una jugada maestra a su favor, se interpusieron en el camino a la Academia Sueca. En la siguiente crónica, se reconstruye esta historia.
En entrevista con Radio y Diario Universidad de Chile, la presidenta de la Gabriela Mistral Foundation se refirió al legado de la Premio Nobel, a la participación de la poetisa con el origen de la Unicef y al reconocimiento que le ha dado Chile.
El 15 de noviembre de 1945 la Academia sueca entregó a Lucila Godoy Alcayaga el Premio Nobel de Literatura. Meses después, durante la ceremonia de premiación la escritora señaló: “Hoy Suecia se vuelve hacia la lejana América ibera para honrarla en uno de los muchos trabajos de su cultura”.
“Patipelaos” es el nombre de la intervención que la destacada artista nacional realizará en el mismo edificio donde se realizó el multitudinario sepelio de la Premio Nobel en enero del año 1957, específicamente en la Sala Museo que la Casa Central de la Universidad de Chile posee en honor a Mistral.
“No es común ver a niños lanzar sus versos al viento, menos en los tiempos en que el aprendizaje de memoria de la poesía ha sido desplazada de la sala de clases, cuando la lírica pareciera ser un territorio de habitantes de otros tiempos y espacios”.
¿Qué es lo que tiene este libro que lo hace diferente a otras antologías? Pues el hecho de que la poeta Verónica Zondek hizo un “re-ordenamiento intencionado de sus poemas”, menos racional y utilitario, más gozoso e intuitivo.
Con mucha inteligencia, delicadeza y buen gusto, el equipo que encabeza Alejandra Araya desarrolla en esta exhibición un relato en el que se despliegan los versos de Gabriela y a través de los cuales va tocando con sus dedos amorosos las llagas de nuestro Chile que discrimina, ignora a sus pobres, maltrata a sus mujeres y educa en la diferencia.
La escritora nació el 7 de abril de 1889 y este jueves se conmemora la fecha con una actividad de la que participan el artista Francisco Huichaqueo, la actriz Mabel Farías, la creadora musicao María Hueñunir y la investigadora Soledad Falabella.
La obra es dirigida e interpretada por Natalia García-Huidobro y estará en cartelera entre el 10 y el 20 de diciembre.
Este martes la Universidad de Chile abre una nueva Sala Museo para homenajear a la Premio Nobel. En el espacio se encontrarán objetos personales de la escritora, manuscritos y fotografías. “La idea es generar un diálogo entre las diferentes facetas de Gabriela Mistral”, comenta Alejandra Araya, curadora de la muestra y Directora del Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile.
El espacio, de más de 200 metros cuadrados, está ubicado en la Casa Central y abrirá sus puertas al mediodía de este jueves con la muestra “Poema de Chile. La escritura solo acaba con la muerte”.
Hasta mediados de noviembre permanece abierta la exposición de la escultora y ceramista Polimnia Sepúlveda.
A 70 años del Premio Nobel de Gabriela Mistral, se exhibirán esculturas de lana con diversas escenas significativas de la vida de la poeta.
El galardón fue otorgado este miércoles por la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) y será resguardado por la congregación religiosa, que también guarda la medalla del Premio Nobel.
En la Sala Master se presentó la nueva versión de “Poemas de las madres”, libro que se publicó originalmente en 1950 con textos de la Premio Nobel y dibujos del pintor y grabador rumano.
Este martes es la presentación de la nueva edición de “Poemas de las madres”, obra que la Premio Nobel publicó en 1950 junto al trabajo del pintor rumano.