En la víspera de las celebraciones de Año Nuevo, los trabajadores que se acercan a un mes de huelga a 650 metros de profundidad en la mina Santa Ana, tuvieron conversaciones que resultaron claves: la sorpresiva voluntad del Gobierno de abrir el diálogo y la participación de un empresario. Ambos elementos podrían ser claves para terminar con el conflicto.
Desde diversos sectores hacen un llamado al gobierno a flexibilizar postura y sentarse a conversar con los mineros de Curanilahue que permanecen encerrados al interior del pique Santa Ana desde hace tres semanas. Familiares de los trabajadores protagonizaron protestas en el exterior durante este jueves.
En tanto, los dirigentes de los trabajadores de la minera Santa Ana de Curanilahue junto al diputado de la zona, Manuel Monsalve, se reunieron con la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, para solicitar la intervención de la autoridad en el conflicto laboral.